Mensaje de la presidenta de SIGNIS Caribe por la Jornada Mundial de las Comunicaciones

Quizás uno de los efectos sociales más inquietantes de la pandemia de coronavirus es lidiar con el miedo a la incertidumbre sobre la economía, la salud, el desempleo y el futuro. Nos hemos enfrentado a la realidad de que, por mucho que queramos organizarnos, tener el control y hacer planes, más que nunca debemos rendirnos pacíficamente a la voluntad de Dios.

Rendirse no significa darse por vencido o ser impotente. Requiere recordar una de las habilidades más importantes de comunicación: escuchar. “Quédate quieto y date cuenta que soy Dios”. Muchos han expresado que la pandemia ha presionado el “botón de pausa” en nuestro mundo, y en sus vidas, pero los informes muestran los efectos positivos de esta pausa en el medio ambiente, en la vida familiar y en las relaciones, y en solo unos pocos meses.

Sólo podemos disfrutar de los pájaros silbando si nos detenemos y escuchamos su canción. Los preceptos básicos de una buena comunicación hablan de la relación entre el remitente y el receptor. ¿No experimentamos un sentimiento de desconexión cuando hablamos con alguien pero sus ojos y atención están ocupados enviando mensajes de texto con otra persona?

La escucha activa implica escuchar con todos los sentidos, prestando toda la atención al Remitente para recibir su mensaje de una manera más completa. ¿Estamos escuchando a Dios con todos nuestros sentidos durante esta situación actual?

A medida que recibimos su mensaje (Orientación, dirección, inspiración) como buenos discípulos, estamos comprometidos a “salir”. Esto requiere acción. Cuando escuchamos con todos nuestros sentidos, el Espíritu Santo activa estos mismos sentidos dándonos lo que se necesita para responder. Aquí es donde obtenemos la motivación y la energía creativa. Pero con el mandato de “quedarse en casa” de la pandemia, ¿cómo podemos “salir”?

Durante los últimos meses, hemos visto un aumento de la expresión creativa: sacerdotes que celebran la misa a través de ZOOM y Facebook, historias inspiradoras llenas de esperanza y testimonios de fe y la medicina de la risa de los humorísticos memes.

Las plataformas digitales están llenas de contenido positivo, nuevo e inspirador. Para nosotros, como Iglesia, algunos han sido sacudidos en el siglo XXI con muchos obispos, clérigos y feligreses experimentando una llamada de atención en reconocimiento del verdadero potencial de la comunicación digital. “La necesidad es la madre de la invención”.

Nuestra llamada como discípulos digitales en una época de pandemia comienza con la detención. A medida que se activa el botón de reproducción, talvez en modo de cámara lenta, y el “bloqueo” se afloja gradualmente, recordemos que el botón de pausa está a un solo clic de distancia, y el rebobinado también es una opción.

Lisa Bhajan

21 de mayo de 2020