“Profeta de nuestra tierra,/ profeta de nuestro tiempo, /que la vida entera das/ por la paz y la justicia”. Con este verso el cantautor ecuatoriano Juan Morales empieza su canción dedicada a Monseñor Romero, que la compuso con ocasión de su beatificación, que tuvo lugar el 23 de mayo de 2015, en San Salvador.
Ahora que el mundo católico celebra el centenario del natalicio de este profeta de América, Juan Morales dialogó brevemente con SIGNIS ALC y cuenta que le motivó escribir y componerle una canción a Monseñor Romero por la admiración que sitió por la personalidad de este arzobispo salvadoreño; por su condición de profeta, de apóstol, testigo de Jesucristo, un verdadero discípulo de Jesús, un misionero a carta cabal.
“Estuve realizando el disco en homenaje a Monseñor Alejandro Labaka y la hermana Inés Arango, y creí que no podía pasar por alto a los mártires de América Latina y dentro de ellos al que quizá es el más importante, tal vez el más grande, a Monseñor Oscar Arnulfo Romero”, dice Juan Morales, para quien “haber compuesto esta canción ha sido no solo un deseo del corazón, sino un gran privilegio”, luego de conocer más de su trabajo pastoral y de su compromiso y testimonio a través de sus homilías y mensajes, y por varios escritos de quienes lo conocieron.
Juan Morales comenta que la dimensión alcanzada por Monseñor Romero hace que no sea solo un profeta de El Salvador sino que ha trascendido a toda América y a todo el mundo. “Un profeta que no tuvo miedo y que no calló su voz frente a las injusticias y desigualdades, ante la falta de solidaridad, ante el abuso de poder y tantas otras desigualdades de nuestro tiempo”.
Al ser consultado sobre el ritmo escogido para la canción, Juan Morales cuenta que procuró imprimirle un ritmo latinoamericano, con un matiz centroamericano y caribeño, para darle una característica de la música popular, de la música mensaje, que contextualice lo cercano que estuvo Monseñor Romero al pueblo, “un hombre de pueblo, un hombre que hizo su opción de renunciar a un mundo de comodidades, a un mundo de privilegios, para entregarse al servicio de Dios junto a la gente del pueblo, la gente más sencilla, junto a la gente olvidada, de los excluidos, de los pisoteados, de aquellos que necesitan precisamente de esa voz que les brinda seguridad, que les da esperanza”.
Ahora, al celebrar el centenario de su natalicio tiene un enorme significado, porque vemos y sentimos con mayor convicción su figura profética y el ejemplo que nos dejó de “cómo vivir el compromiso cristiano y el desafío que nos deja de cómo vivir nuestra fe. Es esa voz que está siempre presente indicándonos por dónde está el camino, por dónde están las huellas para seguir a Jesucristo, y ello es motivo de gran alegría”, dice Juan Morales.
Finalmente expresa que “Siempre que haya monseñores Romero recorriendo por nuestros pueblos, por nuestra América, por el mundo, habrá esperanza de que el cristianismo se vuelve concreto, se vuelve real y es posible vivir otro cristianismo posible, porque el cristianismo de domingo de misa parece ser muy cómodo, muy pequeño para lo que significa ser misionero y sobre todo ser profeta”, como fue Monseñor Romero.
Juan Morales no oculta su satisfacción al saber que su canción ha sido incluida en un álbum conmemorativo de este centenario de Monseñor Romero en El Salvador, para lo cual le pidieron autorización, según comenta.
Aquí la canción
Monseñor Romero
Profeta de nuestra tierra, Profeta de nuestro tiempo, que la vida entera das por la paz y la justicia. Ya no eres del Salvador, tu voz está en todas partes, pues en todas partes hay pobreza y desigualdad. Vives, vives, en el corazón del pueblo oprimido Vives, vives, allí donde falta paz y justicia Vives, vives, testigo de Cristo, fiel mensajero pregonero de libertad… Monseñor Romero…. Sin miedos ni cobardías anuncias la salvación y cargas sobre tus hombros el llanto del oprimido. Los humildes y sencillos encuentran refugio en ti les hablas de dignidad, alientas sus esperanzas. Vives, vives, en el corazón del pueblo oprimido Vives, vives, allí donde falta paz y justicia Vives, vives, Testigo de Cristo, fiel mensajero Pregonero de libertad… Monseñor Romero…. Ni las balas ni el odio pudieron callar tu voz porque tu palabra es fuego que nunca se extinguirá. Morir anunciando a Cristo fue tu riqueza mayor, ya tienes la santidad ya Dios te la dio en el cielo Vives, vives, en el corazón del pueblo oprimido… Vives, vives, allí donde falta paz y justicia Vives, vives, Testigo de Cristo, fiel mensajero Pregonero de libertad… Vives, vives, en el corazón del pueblo oprimido Vives, vives, allí donde falta paz y justicia Vives, vives Testigo de Cristo, fiel mensajero Pregonero de libertad… Monseñor Romero….