La Comisión Interamericana y su Relatoría para la Libertad de Expresión condenaron la persecución cada vez más violenta a la prensa independiente, así como el riesgo creciente que implica ejercer el periodismo en Nicaragua. En el reciente informe presentado por la presidenta de la CIDH, comisionada Julissa Mantilla, se revela la grave situación de violaciones a los derechos humanos y a las libertades en Nicaragua.
En su intervención en la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, la representante de la CIDH dio cuenta que “en las últimas semanas, la CIDH ha recibido información sobre el exilio forzado de periodistas y trabajadores de medios de comunicación, entre los que destaca el desplazamiento y salida forzada de toda la redacción del diario La Prensa”.
Según agrega, ello sería “un hecho sin precedentes en la historia del diario más antiguo del país”. Igualmente, consideró que “la represión estatal habría derivado en el cierre casi completo del acceso a fuentes periodísticas por el temor generalizado de las personas a expresarse y ser consideradas opositoras al gobierno”.
Destaca, además, la “escalada represiva contra la prensa independiente ha generado zonas de silencio mediático por todo el país. Por ejemplo: durante el último mes, la CIDH ha recibido información sobre la eliminación del Canal Católico de la grilla de programación de televisión, así como el cierre y confiscación de radios comunitarias, entre ellas, siete radioemisoras pertenecientes a la Diócesis de Matagalpa”.
La titular de la CIDH enfatizó que “desde la Comisión Interamericana denunciamos ante el Consejo Permanente la nueva arremetida contra la Iglesia, así como la situación del obispo Rolando Álvarez, quien permanece detenido arbitrariamente en la Curia Episcopal de Matagalpa, junto con 10 personas religiosas que habrían denunciado incomunicación y la imposibilidad de recibir alimentos o medicinas”.
“Según documentamos, estos hechos sucedieron después de la represión policial violenta que sufrieron las y los habitantes de Sébaco, el 1 de agosto cuando intentaron oponerse al allanamiento y confiscación de los equipos de radio y tv ubicadas en la capilla Niño Jesús de Praga en Sébaco. Asimismo, la detención ocurre horas después de que la propia vicepresidenta lo acusara en medios oficialistas de cometer “crímenes de lesa espiritualidad” y provocar e incitar al odio de la población. Esta represión debe acabar”, destaca la presidenta de la CIDH.
En su discurso pronunciado durante la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente, la presidenta de la CIDH se refirió también a la grave situación que enfrentan los más de 180 presos políticos, así como al amiente de violencia “que enfrentan las comunidades indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe de Nicaragua debido a la violencia generalizada por las invasiones y acoso por parte de colonos y terceros en sus territorios ancestrales, quienes actuarían con la aquiescencia y tolerancia del Estado, lo que viene generando desplazamiento forzado”.
El contenido íntegro del discurso de la presidenta de la CIDH se puede revisar aquí.
Redacción: SIGNIS ALC