COMUNICADO POR LA PAZ
Ante la ola de violencia que sufre el Ecuador y la declaratoria de Conflicto Armado Interno por parte del Gobierno Nacional, la Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación – SIGNIS ALC, se solidariza con el pueblo ecuatoriano, con las víctimas de la violencia armada, pero también de la violencia estructural que históricamente ha sufrido gran parte de la población, mostrando hoy las consecuencias nefastas de modelos sociales basados en la cultural del descarte y que expulsa a miles de jóvenes a la marginalidad del crimen como forma de vida
En medio de esta ola de violencia destructora, es nuestra obligación mantener una voz firme por sembrar una paz digna con justicia y asentada en la verdad. Nos sumamos al esfuerzo de construir un ambiente de paz en que todas las funciones del Estado respondan a su rol de tutela efectiva de derechos y de administración de una justicia eficaz y legítima. En este sentido, respaldamos la acción de la fuerza pública apegada a los estándares del Derechos Internacional Humanitario, a la vez que exigimos el control real sobre los centros de detención, la depuración de miembros del crimen organizado en instituciones públicas y una justicia restauradora para las víctimas de la violencia.
Como agentes de la sociedad de la información nos comprometemos con una comunicación responsable, verificada, contrastada y que proteja la dignidad del ser humano. El poder de la verdad no sucumbe ante la violencia descarnada, es la enseñanza que nos ha dejado el Maestro de Nazareth, por la que murió y resucitó.
En palabras de Romero repetimos que “toda persona que lucha por la justicia, que busca reivindicaciones justas en un ambiente injusto, está trabajando por el Reino de Dios”. SIGNIS ALC ratifica su misión irrenunciable de construir el Reino en todos los espacios, tiempos y condiciones de nuestro continente, con la plena conciencia que se debe tomar parte en los conflictos, porque la neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. Enviamos nuestro mensaje de solidaridad y paz al hermano pueblo ecuatoriano, recordando que las fuerzas de la oscuridad no pueden vencer a la Luz que nos ha constituido como hermanas y hermanos.
