Bogotá, Colombia.- Hablar de reciclaje en Colombia, es hablar de Nohra Padilla. Esta bogotana, nacida en el año 1966, se ha convertido en el referente del gremio no solo en su país natal, sino en América Latina. Su capacidad de liderazgo la llevó a ser merecedora, en el año 2013, del premio Goldman, mejor conocido en el ámbito ambiental como el premio Nobel alternativo.
“Yo soy recicladora de oficio desde muy pequeña, mi familia se ha dedicado a este noble oficio, cuando tuve una mediana edad empezaron los procesos de organización de recicladores en diferentes puntos de la ciudad y tuve la oportunidad de vincularme a ellos”, cuenta Nohra a SIGNIS ALC.
Sobre el premio asegura que “no es un reconocimiento a la persona, sino al oficio y a la organización”, lo cual “ha posibilitado visibilizar a este grupo que nadie valoraba y que más bien la gente estigmatizaba, pero ha resultado que viene siendo de un alto impacto para la sociedad”.
Fortalecer el sistema de reciclaje
Digno por sobre todas las cosas. Así define la portavoz del reciclaje en Bogotá a este oficio que genera importantes ingresos al producto interno bruto de la nación, beneficia a miles de familias de sectores populares y además es amigable con la naturaleza.
“Resulta de altísima importancia, por lo que los recicladores de oficio son un sector estratégico de la economía” y “estamos muy agradecidos de estar en un sector que aporta grandes beneficios económicos como ambientales”, ha expresado.
Pese a tener un reconocimiento legal por parte del Estado “estamos aún desprotegidos”, puesto que, por ejemplo, la seguridad social “solo lo hacemos con los escasos recursos que nos deja la comercialización”, por tanto “creemos que los gobiernos siguen en deuda con el fortalecimiento de los sistemas de reciclaje sobre todo con el reconocimiento de sus derechos laborales”.
El reciclaje y el Covid-19
El Covid-19 ha afectado también a este sector. En palabras de Nohra esta es “la cuarta generación de recicladores”, que le tocó vivir en tiempos de pandemia, aun así “en este contexto son muchos los productos a recuperar, como envases y empaques de medicamentos, para materia prima”.
Las luchas de los recicladores han surtido efectos. En el confinamiento recibieron ayudas del gobierno: “Esto sirvió para que se reconociera al reciclaje como una actividad esencial para la atención y contención de la pandemia”.
A medida que se flexibilizaron las cuarentenas obligatorias, el trabajo se quintuplicó, porque “nos tocaba hacer de promoción con los recicladores para garantizar las condiciones de bioseguridad, tanto para ellos como las comunidades que atienden”.
Antes, durante y después de la pandemia “el trabajo es tenaz y siempre ha sido así”. Amén del reconocimiento que la Organización Mundial de la Salud (OMS), Naciones Unidas y organismos multilaterales han dado al reciclaje para Nohra “es un honor poder ser portadora de este oficio, porque somos parte de las soluciones que requiere la humanidad”.
Cuando en las calles de Bogotá o en cualquier ciudad de América vea a un reciclador, acuérdese de Nohra Padilla, la mujer que con solidaridad, disciplina y entrega, organiza a los hombres y mujeres que están 24 horas al servicio del cuidado de la casa común.
Redacción: Ángel Alberto Morillo, corresponsal de SIGNIS ALC en Colombia.