Quito, Ecuador.- La Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, SIGNIS ALC, expresó su profundo dolor por el desastre causado por el terremoto de 7.2 grados registrado la mañana del sábado 14 de agosto, en Haití. En una comunicación dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, Monseñor Launay Saturné, Arzobispo Metropolitano de Cap-Haïtien, compartió un mensaje de “solidaridad y comunión con todos los familiares de las víctimas de este desastre”.
En la comunicación se expresa el “inmenso dolor” de SIGNIS ALC por la “magnitud de destrucción que ha ocasionado, y que hasta el momento ha cobrado la vida de más de 1290 personas, mientras ha dejado más de 5700 personas heridas y miles de familias damnificadas, a más de los incuantificables daños materiales causados”.
“Sabemos que las palabras de consuelo son insuficientes para superar tanto dolor, pero tenemos la seguridad que el Dios del amor está presente, y que él mismo alentará la esperanza para continuar construyendo vida solidaria, y reconstruir con fe lo que este fenómeno de la naturaleza ha destruido”, dice la comunicación firmada por el presidente y la secretaria ejecutiva de SIGNIS ALC, Carlos Ferraro y Sonia Navas, respectivamente.
“Desde el Consejo Directivo, la Secretaría ejecutiva y cada una de las asociadas nacionales de la Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, SIGNIS ALC, estamos atentos a lo que se sigue registrando en este hermano pueblo de Haití, y les reiteramos nuestra cercanía fraterna y el compromiso de apoyo en todo cuanto esté en nuestras posibilidades poder hacer”, agrega.
Según las autoridades gubernamentales, hasta este domingo 15 de agosto el número de personas fallecidas suman más de 1290 personas y al menos 5700 personas heridas y son miles las familias que se quedaron sin vivienda, por la destrucción del terremoto.
A más de esta tragedia natural, los pronósticos señalan que la isla sufrirá también el impacto de tormenta tropical Grace, que podría agravar el grado de destrucción.
Las autoridades de gobierno declararon el estado de emergencia y enviaron personal médico y medicinas a las zonas más afectadas, mientras se espera atender las necesidades más urgentes de la población damnificada.