Burgos, España.- El secretario del Dicasterio de Comunicación del Vaticano, Monseñor Lucio Adrián Ruiz, defendió la necesidad de formarse bien para llevar la belleza del Evangelio al mundo digital. Así lo dijo en la conferencia inaugural que pronunció en el marco de la 71° Semana Española de Misionología, que comenzó la tarde del lunes 2 de julio y concluye este jueves 5 de julio, y que está dedicada en esta ocasión a la relación entre la Misión de la Iglesia y las redes sociales.
“A veces no tenemos idea de la belleza del tesoro que tenemos, y hasta qué punto puede llegar a fascinar a los que no lo conocen”, ha afirmado monseñor Ruiz. El secretario del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano explicó que, para la Iglesia, la cuestión de la comunicación no se trata solo de técnicas e instrumentos, sino que va más allá: la comunicación es esencial en la fe, “lo que hemos visto y oído, no podemos dejar de contarlo”.
Según enfatizó, el mensaje es siempre el mismo, pero la sociedad cambia. “El Espíritu Santo suscita en cada época los ‘cómos’ de la comunicación”, ha explicado. Esos “cómos” en la sociedad actual pasan por construir un mensaje cimentado en la fe, pero transmitido con los códigos que entiende la sociedad actual. “El mundo necesita conocer la grandeza de nuestro mensaje, pero nosotros a veces no sabemos comunicarlo bien. Este es un verdadero problema de comunicación”, Afirmó. “Nosotros somos misioneros de la era digital. Y en la era digital es imprescindible conocer los códigos, los lenguajes, los desarrollos… para ponerse al servicio de la persona”.
Lucio Adrián ha defendido que las redes sociales y el mundo digital, más allá de los dispositivos, ha creado nuevas formas de pensar, estructuras de mentes diferentes. “Para alguien acostumbrado a Twitter, no es aceptable una homilía de 40 minutos”. Por ello, la Iglesia tiene que aprender a comunicar en estos códigos, y cambiar las forma de producir la información. “Hay que hacer un servicio multimedia, que implique al lector… la forma de producir es diferente”.
Por otro lado, ha explicado que la saturación informativa produce ansiedad, distracción, e incluso soledad: “las redes acercan al que está lejos, pero muchas veces alejan al que está cerca”. Además, la presencia virtual, que muchas veces dista mucho de la realidad, crea una conciencia moral en la que todo se difumina. Todo ello lleva a que la gente esté sedienta de una comunicación auténtica. El fin de la comunicación debería ser la comunión, y hacia esa dirección debe trabajar la Iglesia. “Tenemos que saber llevar a la cultura contemporánea la novedad de Dios. También en el aerópgao moderno, tenemos que ser capaces de ofrecer un mensaje de bello, creativo, original y fascinante. A eso lo llamo yo Misión”, concluyó.
La Semana Española de Misionología, que finaliza este jueves 5 de julio, se lleva a cabo en la Facultad de Teología de Burgos y se puede seguir en directo todas las ponencias y mesas redonda, a través de la transmisión en streaming en su canal de Youtube
Fuente: Agencia SIC