Colombia: Organizaciones eclesiales promueven una red en favor de niños, niñas y adolescentes
Bogotá, Colombia.- Las secuelas del coronavirus han sido nefastas para la niñez y adolescencia en Colombia. Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) “en el primer trimestre de 2020, en medio del confinamiento, se reportaron 1.250 procesos administrativos de restablecimiento de derechos a niños que fueron vulnerados al interior de sus hogares”. Además el ICBF señala que “el 41% de los menores de 18 años en el país han sufrido algún tipo de maltrato, ya sea físico, psicológico o sexual durante la cuarentena”.
El papa Francisco, en su discurso ante la ONU, advertía sobre las devastadoras consecuencias de la crisis del Covid-19 que “afecta sobre todo a los menores migrantes y refugiados no acompañados”.
Esto lo ratifica “el Consorcio por la Paz de la Primera Infancia de Naciones Unidas que estima que cada día podrían morir 6000 niños menores a los 5 años de edad durante los próximos seis meses, la mitad de los cuales serían recién nacidos”.
A partir de una consulta nacional
Frente a esta realidad el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), mediante el Programa Centralidad de la Niñez (PCN), ha iniciado en Colombia, junto a organizaciones eclesiales, un ejercicio de trabajo en red para articular una respuesta efectiva que permita consolidar esfuerzos en esta materia.
“Nos acompañan la Conferencia Episcopal, Conferencia de Religiosos, Confederación Nacional Católica de Educación (Conaced) y World Vision Colombia bajo el imperativo de trabajar por la niñez más vulnerable”, ha dicho a SIGNIS ALC, el presbítero Luis Carlos González, secretario adjunto del CELAM.
Para lo cual –explicó el sacerdote– realizamos una consulta nacional con los actores eclesiales e interreligiosos del país con trabajo en este campo “a fin de tener los insumos para realizar una jornada nacional en noviembre, con la participación de todos, para constituir la red intereclesial e interreligiosa con la niñez y adolescencia”.
De este modo las organizaciones convocantes “tienen previsto realizar una serie de conversatorios como antesala a este ejercicio nacional”, porque “desde el CELAM uno de los grandes desafíos es el trabajo en red” y “queremos garantizar una amplia participación”.
El trabajo en red enriquece
Para Arelis Gaviria, directora encargada del Departamento de estado laical y lugares eclesiales de la Conferencia de Obispos, “estamos comprometidos con la protección y cuidado de nuestros niños y niñas”, por tanto “cualquier oportunidad que permita aunar esfuerzos será bienvenida”.
La religiosa ha asegurado que los niños “constituyen el futuro de una Colombia más justa y reconciliada”, por eso “estamos llamados a trabajar unidos con un solo propósito velar por su cuidado y protección”.
Por su parte, Camilo Rodríguez, director nacional de pastoral de la Conaced, aseguró que “la participación en una red garantiza la defensa de los derechos de los niños y adolescentes”, por lo que “para las escuelas católicas es un motivo de compromiso y arduo trabajo”.
Con una población de un millón de estudiantes, con edades entre 5 y 14 años, Conaced apuesta por la formación integral a fin de garantizar “estos espacios de relacionamiento”, porque “no es momento de trabajar aisladamente, sino generar oportunidades para compartir experiencias, recursos, iniciativas y estrategias”.
Una mayor incidencia
Viviana Machuca, gerente de relaciones interinstitucionales de World Vision Colombia, teóloga vinculada al movimiento evangélico, aseveró que esta experiencia de trabajar en redes fortalece la identidad de cada una de las organizaciones, puesto que “permite tener una voz más fuerte para hacer incidencia en aquello que necesitamos estructuralmente”.
Por ende “aprender de las experiencias de otros y aprender junto con otros, ayuda a mejorar nuestras prácticas” mientras que “el compromiso de cada uno de los actores eclesiales será determinante para consolidar un trabajo muy organizado”.
Machuca ha explicado que “lo más importante es poner a los niños y niñas en el centro en medio de las diversas perspectivas de fe y trabajar más unidos por una niñez más feliz, segura, protegida y, sobre todo, más participativa”.
De momento el Programa Centralidad de la Niñez tomará esta experiencia piloto en territorio colombiano para llevarla a 19 países de la región, donde esta iniciativa cuenta con equipos de trabajo, con el objetivo de constituir a mediano plazo una Red Intereclesial Latinoamericana y Caribeña con la Niñez (RILAN) al estilo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la red de migración, refugio y trata Clamor.
Redacción: Ángel Alberto Morillo, corresponsal de SIGNIS ALC en Colombia
