Comunicación es un encuentro hecho de acogida, confianza, escucha, silencio, diálogo.

A la manera de Jesús, el Hijo de Dios, el comunicador cristiano es una persona que se acerca, que se hace prójimo, que se hace hermano de los demás. Es alguien que desea conocer, comprender, escuchar a los demás, antes que decir algo.  Quiere saber de las personas y de su realidad,  de sus necesidades y esperanzas, para conectar con ellas, unirse en común unión,  y poder ofrecer nuestra fe cristiana desde lo hondura del corazón.

Dios mismo ha querido entrar en diálogo con la humanidad  y se ha encarnado,  y de él queremos aprender. Al modo de Jesús, la comunicación es un encuentro entre personas; encuentro hecho de acogida, confianza, escucha, silencio, diálogo.

Desde esta actitud, el lenguaje de la comunicación no es el lenguaje de los conceptos, los discursos, las fórmulas o teorías, sino es la comunicación de lo que se lleva en el corazón, de lo que nos anima y da esperanza, de lo que da sentido a nuestra vida; es el lenguaje de las experiencias vividas, de la narración, del testimonio, de la fe.

En esta Navidad, al celebrar la comunicación y la encarnación de Dios en nuestra humanidad, pedimos al Señor ser los comunicadores que él quiere de nosotros.

¡Feliz Navidad!