“La pandemia por el Covid 19 es una realidad que nos confronta con nuestra limitación humana, con nuestra vulnerabilidad; asusta cada día ver cómo sube el número de muertos en diferentes países. Pero la respuesta a esta realidad no es resignarnos esperar a cuándo nos va a tocar morir, sino por el contrario debemos ver cómo defender la vida, como vamos a cuidarla y cómo procurar que haya menos muerte”. Así expresó la teóloga colombiana Consuelo Vélez en el conversatorio virtual promovido por SIGNIS ALC, la Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz, SIGNIS Ecuador y el Instituto de Espiritualidad Santa Teresa del Niño Jesús, que se desarrolló la tarde de este jueves 7 de mayo.
Subrayó que, aunque la pandemia impacta a todos, “los pobres son los más afectados, porque no es lo mismo pasar la cuarentena en una casa amplia, con todas las comodidades, a pasarla en una casa que ni siquiera tiene los materiales adecuados, en un espacio donde viven muchas personas; no es lo mismo pasar la cuarentena cuando se cuenta con muchos recursos económicos, a como viven tantas familias pobres, en situaciones muy precarias”.
Para Consuelo Vélez, la pandemia ha permitido visibilizar varios rostros de pobres que sufren el impacto de la pandemia, como las personas afectadas, que trabajan informalmente y deben ganarse la subsistencia diaria, los migrantes, los pobres que sobreviven como pueden, pero que no una vida de dignidad. Resaltó la grave situación que vive la población indígena en la panamazonía y de entre los pobres identificó a las mujeres que, como señala el documento de Puebla, las mujeres son doblemente pobres, doblemente violentadas. Así, destacó que durante la cuarentena se ha incrementado la violencia contra la mujer, las cifras de femenicidios ha aumentado.
Insistió en que la realidad de la mujer no es cualquier realidad, porque en esta emergencia la mujer carga con doble trabajo, o corren mayor riesgo de ser contagiadas, entre ellas identificó a quienes son enfermeras, a trabajadoras sexuales, entre otras, y por ello en esta realidad del covid 19 hay que repensar la realidad de la mujer desde la estructura patriarcal de nuestras sociedades, dijo.
Lamentó que en un amplio sector de la sociedad y en varias iglesias se considera al feminismo como un virus maligno, cuando en realidad son movimientos que ayudan a reconocer los derechos.
Al comentar sobre las alternativas para hacer frente a la pandemia, se debe pensar que cuando se tenga que volver a la normalidad, esta no debe ser la misma, se debe repensar en la economía que sea diferente, que beneficie a los pobres. “Si queremos buscar soluciones y no la buscamos desde los pobres no va a ser solución”, subrayó.
Según dijo, se debe construir una economía que distribuya los bienes para vivir con dignidad, porque la pobreza no es un valor. No se debe volver con la misma economía que nos ha afectado, enfatizó.
Así también puntualizó en el papel que debe jugar la sociedad y dijo que la nueva realidad debería “comprometernos a tomar conciencia para no volver a ser una sociedad igual sino mejor”. Por tanto, el desafío es cómo construir una sociedad distinta, crecer en conciencia, crecer en conciencia cristiana, comentó.
Insistió en que sigue pendiente en la sociedad revisar y mejorar la situación de la mujer. “Varones y mujeres tenemos que trabajar por las mujeres, para lograr que la mujer viva con igual dignidad. Dios nos creó varón y mujer. A imagen y semejanza de Dios nos creó” y por ello debemos vivir con igual dignidad”, destacó.
Acceda aquí a la exposición íntegra del conversatorio con Consuelo Vélez.