Washington, EEUU.- Vivir la Ecología Integral fue el eje de la discusión en el segundo día de la Conferencia Internacional sobre Ecología Integral, organizada por la REPAM, que se celebra en Washington, Estados Unidos. La ecología integral es un concepto del que vienen hablando desde hace siglos los pueblos originarios y que la voz del Papa Francisco ha permitido una mayor visbilización e incidencia, como ellos mismos los reconocen.
La presencia de Asia fue muy contundente en la voz de Cardenal Bo, de Birmania, quien apuntó que “tenemos que recuperar ese radicalismo de Jesucristo, es un reto liberar a Jesús de la lengua del imperialismo y el capitalismo”, pues, según explica, la lucha que Jesús enfrentaba era en contra de un sistema establecido que estaba generando estructuras inequitativas, donde muchos sufrían.
El cardenal Bo habla de la necesidad de una teología verde, que se fortalece en la espiritualidad profunda de los pueblos, quienes sienten esa estrecha relación con la naturaleza que provee y fecunda nueva vida. Los nuevos caminos para la Iglesia de opciones más contundentes con la realidad: hacer una opción preferencial por quienes más sufren ahora, es hacer una opción preferencial por la Hermana Madre Tierra. El desafío que enfrentamos ahora nos habla de una pobreza que nos toca a toda la humanidad.
La ecología es el gran reto de estos tiempos para la Iglesia y para la humanidad, nos desafía a desnudarnos en nuestras prácticas, en nuestra liturgia, en nuestra presencia territorial. Nos desafía a entender otra manera de estar en el mundo. Encarnar la ecología integral en nuestro día a día, es una respuesta decisiva. Desnudarnos y aprender, es entrabar un diálogo “entre pueblos, entre culturas, entre clases”, menciona Cardenal Bo. El paradigma de la Ecología Integral, es una oportunidad para dialogar más y “el viaje es largo, así que afrontemos nuestro desafío con fortaleza”, enfatiza.
Para el Cardenal de Filipinas, Luis Antonio Tagle, presidente de Cáritas Internacional, la espiritualidad es el centro de la defensa de la vida, que es de donde proviene la fuerza, la resistencia, la esperanza. Parece que hemos pasado encima de Dios, por eso tratamos a la Tierra como si fuéramos sus propietarios. Si la Madre Tierra fuera asesinada, nos quedamos huérfanos, hemos negado la atención de Dios y renunciamos la custodia de la Tierra. La ecología espiritual es recuperar la parte tierna y la atención, donde reconocemos los regalos de Dios y de la Tierra.
Pero no se puede quedar ahí, dice el cardenal Tagle. La espiritualidad de la vida cotidiana es lo más importante: podemos hablar de cosas grandes, pero si no pasa en la cotidianidad, no pasa nada. Nuestro estilo de vida es parte de la espiritualidad y la cultura.
Por su lado, el obispo de Luxemburgo y presidente de la Conferencia de Obispos de la Unión Europea, Monseñor Jean Claude Hollerich, habló de la necesidad de enfrentar el desafío de adoptar acciones radicales como el evangelio. El concepto de justicia ecológica nos convoca a cada uno. Para él, la justicia ecológica está directamente relacionada con la felicidad: si consumimos menos, seremos más felices. Son compromisos diarios y personales, también comunitarios y familiares, implican mudar el sistema, la estructura injusta que genera tanto dolor.
Pero no es solo eso, para él, y desde las acciones de incidencia con la Unión Europea, la conciencia y el llamado a la Iglesia Universal implica corresponsabilizarse con quienes están amenazando la vida presente y futura. Las empresas que generan estos atropellos y esta destrucción. Hay un camino muy concreto: una campaña de desinversión.
En este segundo día de trabajo se abordó la mirada de la ecología integral, desde la política, la ambiental y la espiritual y en medio de estas propuestas y discusiones el cardenal Tagle,deja un cuestionamiento: los nuevos caminos para la Iglesia también implican sentir una espiritualidad femenina.
Fuente: REPAM