Es importante que la comunidad internacional no se olvide de Venezuela. Un comunicado conjunto de 52 países, representados por Perú, pidió ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas cambios políticos en Venezuela para que ese país “recupere un total disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
“Sólo se conseguirá a través de una solución política pacífica, que incluya la celebración de elecciones presidenciales libres y justas bajo la constitución y la ley internacional”, subrayó el comunicado, leído por la embajadora peruana ante la sede europea de la ONU en Ginebra, Silvia Elena Alfaro Espinosa. Según la agencia EFE, la diplomática señaló que el medio centenar de países signatarios “están preocupados por las graves violaciones y abusos a los derechos humanos en Venezuela”, que según el comunicado pudo comprobar la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su visita al país latinoamericano en junio.
“Pudo escuchar testimonios sobre torturas en centros de detención, arrestos de personas por ejercer sus derechos civiles y políticos, violencia a manos de las fuerzas de seguridad, impunidad y falta de garantías de acceso a la justicia”, añadió el documento. En él también se denunció el agravamiento de la crisis humanitaria en Venezuela, con más de cuatro millones de personas (el 10 por ciento de la población nacional) viéndose obligadas a salir del país, un éxodo que se aceleró el pasado mes de junio, con unas 8.000 salidas diarias del territorio.
También se denunció “la precariedad del derecho a la sanidad, por la escasez de medicinas y equipamiento, el éxodo de profesionales del sector, el deterioro de la calidad del agua y los servicios, y frecuentes apagones que contribuyen a la crítica situación”. Ello ha causado, entre otros problemas, que “enfermedades que en su momento se consideraban erradicadas en la región han reaparecido por el colapso del sistema sanitario venezolano”, como es el caso de la malaria.
Nueva manifestación en pro de los DDHH el 5 de julio
Juan Guaidó convocó a la población venezolana a movilizarse este viernes 5 de julio, aniversario de la independencia. Esta es una marcha a nivel nacional para exigir el fin de la tortura, el asesinato y los abusos contra los derechos humanos. La iniciativa apunta a ser una respuesta firme, contra el gobierno de Caracas, tras la muerte del capitán de la Armada, Rafael Acosta Arévalo, que ocurrió el sábado pasado luego de haber sido torturado. Guaidò en esta ocasión pide a la ONU y la comunidad internacional que apoyen la iniciativa. En Caracas, la capital, la marcha irá desde el Programa de las Naciones Unidas, en el este de la ciudad, para el Desarrollo hasta la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), en el centro. Rafael Acosta Arévalo, el capitán de corbeta estaba detenido desde el 1 de junio, por la DGCIM, a la cual se acusa de haberlo torturado hasta asesinarlo.
Venezuela se está muriendo poco poco
La crisis humanitaria tiene dimensiones muy grandes, se vive como si hubiera una guerra sin estarlo. La crisis económica generada por la crisis política se ha transformado en un infierno humanitario. La población muere de hambre y por falta de medicinas. Según caritas, el 90 por ciento de la población vie en estado de pobreza y de ese porcentaje un 65 por ciento vive en extrema pobreza. La desnutrición es el dato más preocupante en este momento porque el 33 por ciento de los niños, menores de dos años, sufren graves consecuencias por la mal nutrición. Lo que conforta es que hay muchas ongs, y asociaciones que asisten al pueblo, a través de donaciones que reciben del exterior, y mucha gente se está prodigando dando alivio a la población. Si no se interviene es un país que se está muriendo de hambre. La fuga es masiva, en los últimos años se han ido 4 millones de venezolanos y la OEA dijo que se espera que para el 2020 se irán 8 millones. Rosangela Catanese, responsable de comunciaciones de la Asociación Latinoamericana Italia, una onlus sin fines de lucro acaba de regresar del país, y ofrece un cuadro desalentador del país.
Fuente: Vatican News