Según el reciente informe de ONU Medio Ambiente, si se reducen las emisiones actuales a la mitad, el mundo asistirá a un peligroso aumento de la temperatura global de al menos 2,7°C este siglo. En el documento se advierte que “la calefacción está encendida”, por lo que se pide que el mundo despierte ante el peligro al que nos enfrentamos como especie.
El Informe sobre la brecha de emisiones, que se hizo público este martes 26 de octubre, revela que los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales sólo permitirían una reducción adicional del 7,5% de las emisiones anuales de efecto invernadero en 2030, en comparación con los compromisos anteriores.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), esto no es suficiente, en razón de que el mundo necesita una reducción del 55% de dichas emisiones para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5°C, el máximo definido por los científicos como el escenario menos arriesgado para nuestro planeta y el futuro de la humanidad.
Durante una rueda de prensa, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que a menos de una semana del inicio de la Conferencia sobre el Clima, COP26, en Glasgow, “seguimos encaminados hacia la catástrofe climática”.
“Como dice el título del informe de este año: La calefacción está encendida. Y como muestra el contenido del informe, el liderazgo que necesitamos es inexistente. Está muy lejos de existir”, destacó.
El mundo debe ponerse manos a la obra
El informe concluye que si se cumplen en su totalidad las promesas de cero emisiones netas, podrían suponer un avance y reducir el aumento previsto de la temperatura mundial a 2,2º centígrados, lo que permitiría albergar la esperanza de que las nuevas medidas pueden evitar los efectos más catastróficos del cambio climático.
Sin embargo, hasta ahora estas promesas son “vagas” e incoherentes, advierte ONU Medio Ambiente.
Un total de 49 países, además de la Unión Europea, han prometido alcanzar una meta de cero emisiones netas. Esto abarca más de la mitad de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, más de la mitad del PIB mundial y un tercio de la población mundial. Hay once objetivos consagrados por ley, que cubren el 12% de las emisiones mundiales.
“El mundo tiene que despertar ante el peligro inminente al que nos enfrentamos como especie. Las naciones deben poner en marcha las políticas para cumplir con sus nuevos compromisos y comenzar a implementarlas en cuestión de meses”, advierte Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, en el prólogo del informe.
La cuenta atrás ha comenzado
Según el informe, para poder alcanzar el objetivo de 1,5 °C, el mundo necesita reducir casi a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos ocho años. Esto significa eliminar 28 gigatoneladas adicionales de CO2 equivalente de las emisiones anuales, además de lo prometido en las contribuciones determinadas a nivel nacional actualizadas y otros compromisos para 2030.
Según la agencia, las emisiones pospandémicas, tras disminuir inicialmente, se han recuperado y ahora están aumentando las concentraciones atmosféricas de CO2; las más altas en los últimos dos millones de años.
“La brecha de emisiones es el resultado de una brecha de liderazgo, pero los líderes aún pueden hacer que esto sea un momento decisivo hacia un futuro más verde en lugar de un punto de inflexión hacia la catástrofe climática. La era de las medias tintas y las promesas vacías debe terminar”, instó el jefe de la ONU, António Guterres.
Más detalles se puede revisar en el sitio wen de Noticias ONU