El próximo 10 de diciembre, en Oslo, se realizará la entrega del Premio Nobel de la Paz a dos periodistas, la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov, quienes ejercen su profesión a pesar de las amenazas que enfrenta el periodismo. El galardón se entregará por primera vez, en más de 80 años, a dos periodistas, quienes representan, según el Comité Nobel, “la valiente lucha en favor de la libertad de expresión”, en un momento en el que la democracia y la libertad de prensa se enfrentan a múltiples amenazas.
La mayor amenaza de todas es el asesinato. Según Reporteros Sin Fronteras, en los últimos 20 años, más de 1.600 periodistas han sido asesinados; solo en 2021, la cifra se eleva a 46.
La estadística mortal revela que solo en la última década han sido asesinados 916 periodistas.
Desde 2015, año en el que se aprobó la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU relativa a la protección de los periodistas, el número de periodistas asesinados experimenta una disminución continua hasta los 46 registrados este año, que es la cifra más baja registrada en los últimos 19 años.
Según RSF, este descenso se explica tanto por factores estructurales, como coyunturales: principalmente por la menor intensidad de conflictos que fueron especialmente mortíferos entre 2012 y 2016 (Siria, Irak, Yemen). También es el fruto de la intensa movilización de las organizaciones en defensa de la libertad de prensa, especialmente de RSF, para implantar mecanismos de protección nacionales e internacionales, que, sin embargo, siguen siendo insuficientes.
Otra de las razones para que se registre una cifra baja de asesinatos de periodistas en este año 2021 tiene que ver con el hecho de que las redacciones envían cada vez a menos reporteros sobre el terreno, por la pandemia de Covid-19, pero también porque algunas regiones del mundo, como Libia o el Sahel, son demasiado peligrosas para los profesionales de la información, que se han transformado en objetivos, dice una nota de RSF.
Los dos premiados por el Comité Nobel en 2021 provienen de países considerados de los más peligrosos para los periodistas.
Para el secretario general de RSF, Christophe Deloire, “La entrega de este prestigioso galardón a dos periodistas, en un momento en el que el derecho a la información corre peligro por múltiples amenazas, nos honra y nos compromete”. “Llamamos al despertar y la movilización de todas las partes afectadas, empezando por la ONU, pero también por los Estados y sus ciudadanos. La libertad para informar exige numerosas garantías, pero la primera de todas ellas, como es natural, es que los periodistas puedan seguir viviendo y trabajando, sin que una espada de Damocles penda sobre ellos. Aún persisten demasiados países que no protegen a los periodistas amenazados y ello contribuye a aumentar la inseguridad. Informar no debe matar”, añade.
RSF anuncia que publicará el próximo 16 de diciembre los datos de periodistas asesinados, encarcelados, secuestrados y desaparecidos en 2021.
Redacción SIGNIS ALC, con información de RSF