Una comunicación que busca contribuir a la construcción de una sociedad de justicia y dignidad o, como lo entiende la cosmovisión andina, una sociedad del buen vivir, se propone reflexionar el 6° Congreso Latinoamericano y Caribeño de Comunicación, COMLAC 2022, que se cumplirá el 13 y 14 de julio, en Panamá. Este encuentro busca analizar críticamente la realidad de América Latina desde una perspectiva humanista, cristiana, en diálogo con otras creencias, espiritualidades y culturas.
Y es en esa propuesta en que las palabras del papa Francisco, que dicen que “El bien siempre tiende a comunicarse” y que “quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien”, como se lee en el numeral 9 de su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, ofrecen una pista clara de lo que debiera caracterizar la comunicación de quienes asumen el compromiso de ser agentes de transformación, para construir el bien común o el buen vivir.
El COMLAC 2022, que reunirá a destacadas personalidades de la academia y centenares de comunicadores y comunicadoras de América Latina, tiene el desafío de buscar y proponer estrategias que permitan construir una sociedad más justa, solidaria y respetuosa de la casa común, reconociendo “al otro”, en su dimensión social, cultural y espiritual, buscando “su bien” y comunicándolo.
Uno de los ejes temáticos del congreso, precisamente, apunta a enfocarse en reflexionar sobre desafíos que el nuevo contexto presenta a la comunicación y los medios de comunicación de las instituciones religiosas, sobre el rol que están llamados a cumplir, sobre el compromiso que deben y pueden asumir para responder a la diversidad intercultural y espiritual de nuestros pueblos.
Comunicación en la Iglesia, un desafío del presente y del futuro
¿Cómo articular la comunicación en la iglesia? Uno de los principales desafíos para la comunicación eclesial es, sin duda, la necesidad de articularse, tanto en su quehacer ad intra, pero sobre todo para lograr que su labor incida en la vida de la sociedad.
Para la Hermana Helena Corazza, religiosa paulina y expresidenta de SIGNIS Brasil, lo primero que se debe tener presente, a la hora de articular la comunicación en la Iglesia, es tener claro el concepto de comunicación. “A veces se piensa la comunicación únicamente desde su dimensión instrumental, cuando es necesario ver también su sentido antropológico y teológico”.
Según destaca, “toda la historia de la salvación es una historia de comunicación y diálogo entre Dios y los seres humanos”, por tanto, la “comunicación es un elemento articulador de la sociedad y la vida de la Iglesia”.
La comunicación es un proceso relacional entre las personas, tanto en forma presencial como en la virtualidad, mediada por las tecnologías, pues hay que reconocer que la “cultura digital está cambiando nuestros hábitos y el sujeto interlocutor”.
Salir de la sacristía al encuentro con la sociedad
Para el comunicador chileno Jaime Carril, quien también será conferencista en el 6° COMLAC, en Panamá, una de las mayores dificultades que enfrenta la iglesia, en los nuevos contextos que vive la sociedad, tanto en lo social, cultural, tecno mediático y tecno-tecnológico, intercultural, radica en que se preocupa más por “comunicar su propia experiencia, su propia vitalidad, su propia forma de vivir y, muchas veces, esta forma de vivir no necesariamente se conecta con la vida y las experiencias de la comunidad o de la sociedad”.
Por ello, cree que lo primero en lo que se debe interesar, a la hora de articular la comunicación eclesial, es conocer qué le está sucediendo a nuestras comunidades, a nuestra sociedad, y cómo la iglesia puede ayudar a las personas para que puedan resolver o paliar esos problemas. “Entonces, la articulación de la comunicación de la iglesia tiene mucho que ver con la misión que cumple, pero también con el aporte que debe dar a la sociedad, más que con la mirada de captar adherentes”.
Según destaca, la comunicación de la iglesia debe organizarse de tal modo que los medios de comunicación que tiene, “la acción comunicativa de la iglesia sea de respaldar los procesos sociales que van viviendo y cómo en esos procesos se vive la justicia o la injusticia, el amor o el desamor, el sufrimiento, la alegría o la esperanza”.
La comunicación de la iglesia debe ser profética
Para la académica brasileña Ana Cristina Suzzina, que también será conferencista en el COMLAC 2022, el mayor desafío que tiene la comunicación en la iglesia es que “debe ser profética, que sepa comprender cuáles son los problemas del mundo hoy, lo cual empieza con la escucha, una escucha atenta, una escucha sin distracciones”.
Según advierte, “en la comunicación es muy fácil estar distraídos, por todo lo que es reaccionar a todo lo que está pasando, por tratar de estar al día con los más recientes avances tecnológicos, lo que hace que nos encontremos muy distraídos”, por lo que considera que la “comunicación profética, más que nunca, es tratar de alejarse de las distracciones y escuchar, de manera muy atenta, con los oídos y con el corazón”.
Lo otro que considera va de la mano con la escucha es “caminar con la gente y reencontrarse con el camino del pueblo”.
Comunicación, interculturalidad y espiritualidad para la transformación social
Durante el 13 y 14 de julio, Panamá se convertirá en la capital de la comunicación que busca reflexionar y encontrar propuestas que orienten los compromisos y luchas para responder a las demandas de transformación de nuestros pueblos. En el Sexto Congreso Latinoamericano y Caribeño de Comunicación se debatirá en torno al tema “Comunicación, interculturalidad y espiritualidad para la transformación social”, desde una mirada crítica, tanto de los modelos de desarrollo, como de las diversas realidades de América Latina, desde una perspectiva humanista, cristiana, en diálogo con otras creencias, espiritualidades y culturas.
Ahora que el mundo parece ir superando la pandemia del COVID-19, que ha agravado las desigualdades y las tensiones, en el COMLAC su buscará también reflexionar sobre cuáles serían los aspectos claves para enfrentar el desafío de resolver los enormes problemas y fracturas que ocasionó en la sociedad.
El COMLAC 2022 nos espera para desde este espacio de debate colectivo contribuir a repensar los tipos de desarrollo y a la construcción de sentidos de vida y de convivencia comunitaria en diálogo con otras culturas, con otros modos de vivir.