Bogotá, Colombia.- El drama migratorio se agudiza en Apartadó, Urabá Antioqueño, región fronteriza entre Panamá y Colombia, por donde miles de migrantes venezolanos, haitianos, cubanos y de otros continentes atraviesan la peligrosa selva del Darién en busca del llamado sueño americano.
El obispo de Apartadó, Monseñor Hugo Alberto Torres Marín, ha expresado su preocupación por la “crisis humanitaria” que se vive en esta región y afirma que “las personas que están migrando en estos momentos en su mayoría son venezolanos”, quienes “están llegando en situaciones de pobreza extrema, sin dinero, sin ropa, sin zapatos adecuados para cruzar una frontera con un camino tan pantanoso como el Darién”.
A esto se suma la falta de embarcaciones que por la alta demanda no se cuenta “con la disponibilidad necesaria para movilizar a tantas personas”, por tanto, “estos migrantes se tienen que quedar en las playas por no tener para pagar un hotel”.
También esta situación ha generado dificultades para el turismo en la zona porque los espacios públicos son ocupados por ciento de personas en cambuches improvisados.
Dignificar las condiciones de migrantes
El obispo relata que en una visita que hizo a Necoclí “me encontré con una población muy joven , entre 30 y 40 años que van como con los ojos cerrados. Ellos solo quieren llegar a Estados Unidos, mejorar sus condiciones de vida, buscar salud para sus hijos, tratamientos especiales para sus familiares, pero se vienen sin saber para donde van y se nota, porque vienen sin dotación para su trayecto”.
Otra de las preocupaciones de la Iglesia es la falta de empatía y la xenofobia de algunos ciudadanos como la inseguridad a la que se ve sometida la población migrante a su paso por el Darién.
Por ello, monseñor Torres ha indicado que “viene adelantando reuniones con la Alcaldía y el Consejo Municipal para así evaluar la medida que quiere adoptar el gobierno municipal, que busca reubicar a los migrantes que se están quedando en la playa y así dejar espacios disponibles para el turismo en esa zona”.
Precisa: “La idea es llevarlos a un lugar en donde puedan estar con mejores condiciones” y lograr que esta “no solo sea una medida porque se avecinan las fiestas del pueblo, sino que procuremos brindar un espacio donde los migrantes encuentren un lugar digno para poder hacer tránsito sin someterse a inequidades”.
Redacción: Ángel Morillo, corresponsal de SIGNIS ALC en Colombia