Según las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, el año 2022 la pobreza afectaría a 201 millones de personas, mientras que el número de personas en pobreza extrema subirá 82 millones. Durante la reunión con los Estados Miembros de la CEPAL, el secretario ejecutivo, José M. Salazar, advirtió que la región enfrenta una cascada de crisis que exacerban brechas históricas.
El representante de la CEPAL explicó que en los últimos 3 años América Latina y El Caribe muestra retrocesos en los indicadores sociales que amenazan el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS.
En el “Panorama Económico y Social de América Latina y el Caribe” que realiza la CEPAL se advierte que el aumento de la pobreza se debe a los efectos combinados del crecimiento, mercado de trabajo e inflación.
En el informe presentado a los representantes de los Estados Miembros de la CEPAL, José Manuel Salazar expresó que la región enfrenta “una crisis del desarrollo y otra década perdida”, por lo que instó a los países a actuar con sentido de urgencia y elevar el nivel de ambición y la escala en los esfuerzos de política.
En 2022 se estima que la #pobreza siga afectando a 201 millones de personas y que el número de personas en pobreza extrema suba 82 millones por efectos combinados del crecimiento, mercado de trabajo e inflación. Persiste alta informalidad y asimetrías de género: @JoseMSalazarX. pic.twitter.com/BCkEmuncrF
— CEPAL (@cepal_onu) December 8, 2022
“Estamos en un punto de inflexión como países y como región”, aseguró el Secretario Ejecutivo de la CEPAL.
Así también, en el Estudio Económico de América Latina y el Caribe, publicado por la CEPAL, se detalla que los países de América Latina y el Caribe enfrentan un “panorama económico y social muy complejo en 2022. A un mal desempeño del crecimiento económico se suman las fuertes presiones inflacionarias, el bajo dinamismo de la creación de empleo, caídas de la inversión y crecientes demandas sociales”.
Agrega que al complejo escenario interno de la región se suma “un escenario internacional en que la guerra entre la Federación de Rusia y Ucrania ha ocasionado crecientes tensiones geopolíticas, un menor dinamismo del crecimiento económico, una menor disponibilidad de alimentos y aumentos del precio de la energía que han incrementado las presiones inflacionarias que venían produciéndose como resultado de los choques
de oferta generados por la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19)”.
Aumenta el hambre
Entre tanto, en el reciente informe “Hacia una seguridad alimentaria y nutricional sostenible en América Latina y el Caribe frente a la crisis alimentaria mundial”, se revela que entre 2019 y 2021 “el número de personas que padecen hambre en la región ha aumentado en 13,2 millones hasta los 56,5 millones”.
El informe, que fue presentado el martes 6 de diciembre, en Santiago de Chile, por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), reconoce que los factores que inciden para que se agrave la situación es el aumento de los precios de las materias primas por la crisis mundial.
Para los organismos de la ONU, 62,5 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria el año pasado, de un total de 267,7 millones, lo que representa el 40% de la población latinoamericana.
El representante regional de la FAO, Mario Lubetkin, destacó que “la alta dependencia de fertilizantes importados y la variación en los precios de los alimentos tienen un impacto negativo e inevitable en los medios de subsistencia, principalmente de la población rural, y en el acceso a una dieta sana. saludable”.
De su lado, el secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar, expresó que “una reducción en los rendimientos y cosechas de los principales productos para la seguridad alimentaria, debido a una menor fertilización, incrementaría los efectos nocivos de la inflación alimentaria sobre la población más vulnerable”.
Así también, la jefa regional del Programa Mundial de Alimentos, Lola Castro, subrayó que, en un escenario donde “la pobreza multidimensional está cada vez más vinculada a la inseguridad alimentaria y nutricional (…) los sistemas de protección social, incluida la alimentación escolar, juegan un papel fundamental en la mitigación de la vulnerabilidad de las personas”.
Fuente: CEPAL /TeleSUR