No podemos negociar la esperanza.

Con una mesa de diálogo que reflexionó sobre el tema “Comunicación, ciudadanía y democracia”, inició, este miércoles 5 de octubre, el encuentro de Jóvenes Comunicadores, que se realizó como prólogo al desarrollo del V Congreso Latinoamericano y Caribeño de Comunicación, V COMLAC, en Asunción, Paraguay. En el panel participaron como ponentes la comunicadora Jacqueline Alarcón (Colombia), Elson Faxina (Brasil) y Susana Oviedo (Paraguay), bajo la moderación de Aníbal Casco.

“Hemos aprovechado la tecnologías para encontrarnos. Whatsapp, Skype, Facebook, incluso sin conocernos”, señaló Jacqueline Alarcón al comenzar su exposición en la que abordó el tema del proceso de paz en su país y la reacción de los jóvenes ante los últimos conflictos sociopolíticos ocurridos en Colombia.

Según dijo, comparte la percepción de que “el pueblo colombiano se confió en que el sí iba a ganar”, pero que el resultado del plebiscito se lo puede atribuir a que el mayor porcentaje de la población se abstuvo de votar. “Las personas que votamos por el SÍ estamos de luto y aún no sabemos qué va a ocurrir en nuestro país”, señaló, tras insistir en que si se ignora posición contraria con esa actitud de indiferencia, remarcó.
“No podemos negociar la esperanza”, dijo la comunicadora colombiana al preguntar al auditorio juvenil “¿Qué estamos haciendo nosotros?
De su lado, el catedrático brasileño y uno de los fundadores de la Red Latinoamericana de Jóvenes Comunicadores, animada por las organizaciones católicas de comunicación, Elson Faxina, se refirió a la necesidad de crear nuevos relatos en los contenidos de los medios de comunicación. Lamentó que la lógica que se mantiene es hacer noticias y reportajes, pero que los periodistas “no pensamos qué es lo que esa noticia está creando en la cabeza del público”.

Subrayó que los periodistas “no somos meros mensajeros, somos constructores de la sociedad”.

Según dijo, “la ciudadanía no es algo listo, donado, sino que es una conquista en permanente ampliación”. “Una ciudadanía pasiva, de alguna manera, justifica el modelo actual de la sociedad”.

Explicó que la raíz de la ciudadanía pasiva está en que la persona se encuentra atomizada y “ensimismada”, por lo que “organizar la comunidad es en sí un acto revolucionario”.

Reconoció que las “redes sociales son el espacio de una infinidad de comunidades, por lo que necesitamos estar allí para hacer la diferencia”.
Para el comunicador brasileño, lo que cambia la cabeza de las personas no es el recurso racional, sino las historias y por tanto los relatos periodísticos deben pensar en la realidad de la gente y de los pueblos.

En la siguiente exposición participó la periodista paraguaya Susana Oviedo, quien centró su reflexión sobre los medios de comunicación tradicionales y la difusión de contenidos a través de las nuevas plataformas tecnológicas y redes sociales. Al inicio de su intervención se interrogó sobre lo que puede estar ocurriendo para que de pronto los medios de comunicación den relieve a los movimientos estudiantiles todos los días.

“Tenemos que aprender como fluye la información y la participación sobre todo en las redes sociales”, dijo, al explicar que los “medios masivos apostaron a cubrir los movimientos estudiantiles tras la avalancha informativa en redes sociales”, y que en la actualidad los medios masivos se ven obligados ahora a tener un monitoreo permanente sobre los que se dice en las redes sociales.

Reconoció que esta realidad nos obliga a actualizarnos constantemente, pero que sin embargo “todavía buscamos las causas de algunos fenómenos sociales responsabilizando a los medios masivos de comunicación”.

Según dijo, la “forma en las que los jóvenes hoy en día se informan y participan ya no pasa por los medios tradicionales”, pues en “las redes sociales se generan informaciones que hoy marcan agenda a los medios masivos”, destacó e insistió en que los jóvenes hoy en día dicen: 1ro mi celular, 2do mi laptop y, por último, los medios tradicionales.

Redacción: Prensa COMLAC