Quito, Ecuador.- La mañana del 23 de noviembre 2016, varios líderes, lideresas y dirigentes de organizaciones sociales y comunitarias de la zona norte de la provincia de Esmeraldas protagonizaron un plantón frente al Palacio presidencial para exigir un compromiso firme para salvar la tierra y el agua. La movilización, que hace parte de las acciones programadas en el marco del Decenio de los Pueblos Afrodescendientes, hizo un llamado para que se repare el daño causado a los territorios ancestrales.
En un documento que se hizo público se denuncia sobre el impacto de las actividades extractivas en la zona norte de la provincia de Esmeraldas y se señala que el “modelo de desarrollo imperante y la riqueza mineral y forestal de la Provincia de Esmeraldas favorecen una fuerte presión sobre los recursos naturales y el desarrollo de actividades extractivas, principalmente mineras, madereras y palmicultoras, desconociendo otras prácticas como las agrícolas y recolectoras y las formas de vida en armonía con la naturaleza de los habitantes tradicionales de este territorio”.
Según alerta, los estudios realizados por la Secretaría Nacional del Agua, el Ministerio del Ambiente y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador han identificado una “preocupante problemática relacionada con la mala calidad del agua, especialmente en las parroquias y comunidades asentadas en los márgenes de los ríos Cayapa y Santiago, zona donde desde los últimos años hay presencia de minería”.
Así también, señala que “las afectaciones provocadas por la contaminación se ha extendido a las zonas de manglares y a la ciudad de San Lorenzo”.
Además denuncian que las extensas áreas de monocultivo de palma “están provocando una degradación de los suelos, un aumento de la erosión y la destrucción de la cobertura vegetal”, así como “la intervención del ser humano en áreas protegidas”.
Otra de las preocupaciones por las que demandan acciones para defender la tierra y el agua gira en torno a los porcentajes crecientes de deforestación. Según se advierte, la “Provincia de Esmeraldas presenta la tasa más alta de deforestación (12.061 hectáreas al año), de tal forma que en los últimos 26 años se ha registrado la pérdida de 363.850 hectáreas de vegetación natural, sobre todo en los cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo.
El documento denuncia también que la actividad minera, al igual que el resto de actividades extractivas está generando “la invasión y fragmentación de tierras, violencia, disminución del territorio ancestral debido a la presión de diversos actores económicos, como es el caso de las empresas madereras y palmicultoras, la contaminación de recursos hídricos y de cultivos adyacentes, la inutilización de enormes cantidades de agua, pérdida en biodiversidad acuática de los ríos”.
Finalmente, se expresa la preocupación por los niveles de pobreza que persiste en “los cantones norteños de la Provincia de Esmeraldas, en donde según el INEC “en el cantón Eloy Alfaro la pobreza afecta al 95% de la población y en el de San Lorenzo al 85%”.
El pronunciamiento es suscrito por al menos 12 organizaciones sociales y comunitarias de la zona norte de la Provincia de Esmeraldas.
Redacción SIGNIS ALC, con información y fotos de la Hna. Daniela Maccari, de SIGNIS Ecuador.
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