Con un panel en el que participa el Prefecto de la Secretaría de Comunicación de la Santa Sede, Mons. Darío Edoardo Viganó, este medio día se presenta el Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Social 2017, que tiene como tema “Comunicar esperanza y confianza en nuestro tiempo” y que tiene como lema la cita del profeta Isaías «No temas, porque yo estoy contigo» ( Is 43,5).
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se celebra desde 1967 y fue instituída por expresa voluntad del Concilio Vaticano II (Cfr. Inter Mirifica, art. 18; Instrucción Pastoral Comunión y Progreso N° 100 y 167), con el objetivo de promover “la formación de conciencias frente a las responsabilidades que incumben a cada individuo, grupo o sociedad, como usuarios de estos medios”; invitar “a los creyentes, a rezar para que dichos medios sean empleados conforme al diseño de Dios sobre la humanidad”; y para estimular “a los católicos para sostener, con su generosidad, en un gesto de solidaridad de toda la comunidad eclesial, los gastos que exige el empleo de los medios de comunicación en la evangelización y en el progreso de los pueblos”.
La colecta de esta Jornada, ha sido la única que creó y recomendó el concilio Vaticano II.
Adicionalmente, en el Documento Comunión y Progreso N° 1674, se señala que la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tiene también el objetivo de poner de relieve el papel de quienes trabajan en este sector.
El Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se publica tradicionalmente en la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas (24 de enero).
Revise aquí el texto íntegro del Mensaje 2017
En la explicación que ofreció la Secretaría para la Comunicación el pasado 29 de septiembre de 2016, cuando se anunció el tema para la Jornada 2017, expresa que “Anestesiar la conciencia, o dejarse llevar por la desesperación son dos posibles enfermedades a las que puede llevar el sistema de comunicación actual.
Es posible que la conciencia se cauterice, como recuerda el Papa Francisco en la Laudato si’ debido al hecho de que a menudo los profesionales, los líderes de opinión y los medios de comunicación, desarrollando su actividad en zonas urbanas distantes de los lugares de la pobreza y de las necesidades, vivan una distancia física que, a menudo, desemboca en la ignorancia de la complejidad de los dramas de los hombres y de las mujeres.
La desesperación es posible, en cambio, cuando la comunicación se enfatiza y se vuelve espectáculo, hasta convertirse a veces en una estrategia de construcción verdadera y propia de acechanzas y peligros inminentes.
Pero en medio de este estruendo se oye un susurro: “No temas, porque yo estoy contigo”. En su Hijo, Dios se ha hecho solidario con cada situación humana y ha revelado que no estamos solos, porque tenemos un Padre que no se olvida de sus hijos. El que vive unido a Cristo, descubre que incluso la oscuridad y la muerte se convierten, para todo el que lo quiera, en lugar de comunión con la Luz y la Vida. En cualquier acontecimiento intenta descubrir lo que sucede entre Dios y la humanidad, para reconocer como Dios mismo, a través del escenario dramático de este mundo, esté escribiendo la historia de la salvación. Nosotros, los cristianos tenemos una “buena noticia” que contar porque contemplamos confiados el horizonte del Reino. El Tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es una invitación a contar la historia del mundo y las historias de los hombres y de las mujeres, según la lógica de la “buena noticia” que nos recuerda que Dios nunca renuncia a ser Padre, en cualquier situación y con respecto a cada ser humano. Aprendamos a comunicar confianza y esperanza para la historia”.