La Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz hizo pública su carta mensual que analiza la realidad nacional, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, y que quiere ser “un espacio de diálogo y reflexión comunitaria, desde la realidad y la fe, como un instrumento provocador de nuevas reflexiones y discusiones a todos los niveles”, según expresa en la presentación el Presidente de la Comisión, Enrique Galarza. En la primera edición de esta carta, que lleva el título general la cita bíblica “Con los ojos fijos en Él, en la realidad y en la fe”, se analiza grave “plaga social” de la corrupción, que según se expresa “no es nueva en nuestra historia, pero que tras los últimos 10 años está escandalizando al pueblo ecuatoriano, por la magnitud de todo cuanto está saliendo a la luz pública”.
Con el título “La corrupción destruye la ética”, la Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz, organismo laical de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, considera que frente a la corrupción se requieren “signos de esperanza para recuperar la fe en la vida y la confianza en la sociedad”.
“La ética exige el reconocimiento del valor del otro y pone límites a lo nuestro, a lo tuyo y lo mío. La corrupción destruye la conciencia moral, porque desconoce el valor del otro, lo deshumaniza y priva a la sociedad y en especial a los más pobres de la posibilidad de superar el estado de postración en que viven. Hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco de que “la corrupción es la peor plaga social, porque genera gravísimos problemas y crímenes que implican a todos” (prólogo del libro Corrisione, del cardenal Peter Turkson y el filósofo Vittorio Alberti)”, se dice en la carta de agosto de 2017 de la Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz.
Acceda aquí al texto íntegro de la reflexión de la CEJP