Petición permanente por el Sínodo Amazónico al inicio de cada día:
“Que el Dios de la vida y la belleza, el Espíritu Santo que nos impulsa hacia más fraternidad, unidad y dignidad, y el Cristo encarnado de la Buena Nueva, y de la inculturación y la interculturalidad nos den la serenidad, el discernimiento y la valentía para encontrar los nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral en este Sínodo Amazónico. Todo ello para el bien y la vida de sus pueblos y comunidades, y para caminar más juntos por el Reino”.
Meditar por unos momentos esta petición inicial, buscar la calma interior para entrar en este momento de navegar por las aguas de la Amazonía y de la vida de la Iglesia al servicio de sus pueblos y comunidades, y para escuchar el llamado de Dios a través de su palabra viva.
Lectura del día -Fragmento- (cada uno y cada uno es invitado a profundizar en la lectura completa según su propia necesidad y criterio):
“En aquel tiempo, mientras todos seguían admirados por lo que Jesús había hecho, él dijo a sus discípulos: Escúchenme bien y no olviden esto: el Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de los hombres. Pero ellos no comprendieron lo que les decía; todo les resultaba enigmático de modo que no lo entendían. Y tampoco se atrevían a pedirle una explicación” Lucas 9, 43b-45
Reflexión desde la perspectiva del Sínodo Amazónico:
Reconocemos en el Papa Francisco la fuerza de la fe inquebrantable, la profundidad en su sentir en y con la Iglesia, y su compromiso por la genuina escucha para animar la Conversión que se ayuda de tres conversiones (Instrumentum Laboris, 5): CONVERSIÓN PASTORAL (Evangelii Gaudium), CONVERSIÓN ECOLÓGICA (Laudato Si), y una CONVERSIÓN A LA SINODALIDAD ECLESIAL (Episcopalis Communio). Tres movimientos que necesitan ser articulados y representan una EXHORTACIÓN APOSTÓLICA-Llamado, una ENCÍCLICA-Orientación de rumbo, y una CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA-Denición estructural para caminar juntos. Estas invitaciones están asociadas también a la necesaria Reforma de la Iglesia que se han expresado como revelación de Dios desde el Concilio Vaticano II, para que ella sea mucho más ministerial y más el al Evangelio que es buena nueva permanente y nos recongura y nos saca del sitio rígido o seguro.
Igual que en tiempos de Jesús, muchos se oponen a lo nuevo, no comprenden, y tienen miedo de reconocer cómo en estos más de 50 años la presencia de Dios nos ha conducido a lo nuevo. Pidamos que este Sínodo tenga la fuerza de pedir a Jesús, a quien queremos seguir, la explicación de estos gestos e invitaciones a pesar de que nos los comprendamos del todo, cuidando la unidad en la diversidad, y animando a una sana centralidad enriquecida por la descentralización de nuestra Iglesia en la Panamazonía. Que este Sínodo sea una verdadera pascua, un paso hacia más vida..
Contemplación
Contemplemos la imagen de este día y dediquemos un momento a reconocer nuestra propia vida y experiencia en la Iglesia y al servicio de la Amazonía para pedir luz en esta palabra de Dios en preparación del Sínodo. Escribir mis peticiones particulares y permanecer en ellas durante este día. Hacemos una invitación a llevar un registro de todo lo que el Espíritu suscite en nosotros como preparación interior para el Sínodo AMAZÓNICO.
Cita para meditación de cierre:
La Misa sobre el mundo. Teilhard de Chardin
A tu Cuerpo en toda su extensión, es decir al Mundo que, por tu poder y por mi fe, ha resultado ser el crisol magníco y viviente donde todo desaparece para renacer, por todos los recursos que me ha hecho brotar en mí tu atracción creadora (…) por el fondo de mi convicción humana, a este Cuerpo me consagro para vivir y morir en él, Jesús.
Sábado 28 de septiembre
Día 33: Allá está la vida, la armonía, la felicidad
Dia 33: Lá está a vida, a harmonia, a felicidade
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