Según el Informe “Violaciones a la Libertad de Expresión” (“Violações à Liberdade de Expressão – 2015”), presentada por la organización ARTICLE 19 en 2016, en Brasil se registraron 35 casos graves de violaciones contra comunicadores, lo cual representa un aumento del 67% en relación al informe anterior, que registró 21 casos. De ellos, 22 fueron amenazas de muerte, siete tentativas de asesinato y seis homicidios.

La región con mayor número de casos fue el Nordeste, con 57% del total (20 casos), Solo el estado de Marañón presentó el 20% (7 casos) de todas graves violaciones registradas.

En el detalle por tamaño de ciudad, las ciudades pequeñas (de hasta 100 mil habitantes) continúan siendo los locales de mayor riesgo para comunicadores con un 74% del total (26 casos).

Sobre el perfil de los sospechosos de ser los autores de las violaciones, la tendencia también se mantiene la misma en relación a los estudios anteriores. Prácticamente la mitad (17 casos) de las violaciones compiladas tienen como principales sospechosos a agentes del Estado, especialmente políticos y policías – dado que tienen relación con el hecho de las violaciones ocurridas en las ciudades pequeñas.

En el análisis de las motivaciones, 60% (21 casos) de las violaciones fueron cometidas en función de denuncias de irregularidades en la gestión pública hechas por las víctimas. Críticas u opiniones emitidas motivaron el 23% de los casos, mientras que investigaciones y verificación de informaciones, 17%.

“Los números del Informe muestran que, a pesar de una u otra novedad, el modus operandi sigue prácticamente el mismo, con las violaciones perpetradas por agentes públicos mostrándose una forma de silenciamiento de comunicadores que realizan denuncias. Nuestra investigación identificó también una generalizada falta de transparencia en las investigación y un grave escenario de impunidad, reflexión no solo de ausencia de recursos, sino también de negligencia por parte del Estado brasilero”, afirmó Paula Martins, directora-ejecutiva de ARTICLE 19.

“Muchas de las víctimas de homicidio y de intentos de asesinato recibieron repetidas amenazas antes. En ese sentido, es de fundamental importancia que el Estado brasilero desenvuelva políticas públicas preventivas para garantizar la seguridad y la vida de comunicadores en situación de vulnerabilidad”, explicó.

Fuente: ARTICLE 19