Reino Unido.- El reciente sábado, 8 de octubre, centenares de personas se congregaron alrededor del Parlamento británico para pedir la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange. Levantando banderas y carteles, los activistas formaron una cadena humana y solicitaron al Gobierno británico que no autorice la extradición de Assange a la Justicia estadounidense, por considerar que su caso responde a una persecución política a raíz de las revelaciones de su portal.
Assange se encuentra en prisión preventiva, a la espera de una decisión de la justicia británica que tramita su juicio de extradición a Estados Unidos, en donde se lo acusa de 18 presuntos delitos de espionaje e intrusión informática.
De ser coniderado culpable de las causas penales por las que EEUU lo reclama en extradición, Julián Assange podría recibir sentencias de hasta 175 años de cárcel.
La esposa de Assange, Stella Moris, ha saludado a los presentes acompañada de los dos hijos de ambos, nacidos mientras el programador informático estaba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
En declaraciones a los medios, la abogada ha dicho que la cadena humana demuestra “el gran apoyo que tiene” su ex”hacker”, de gente que está “asqueada por la injusticia de un proceso legal ilegítimo”, que, ha señalado, “no es más que una instrumentalización de la ley para mantenerlo en prisión indefinidamente”.
Tras dos años de arresto domiciliario en Inglaterra a instancias del Gobierno sueco por un caso de presuntos delitos sexuales (después archivado), el australiano se refugió en junio de 2012 en la embajada ecuatoriana, tras lo cual en abril de 2019 fue detenido a instancias de Estados Unidos, después de que Ecuador le retirara el asilo.
Desde entonces, ha estado encarcelado en la prisión de alta seguridad londinense de Belmarsh, pese a no haber sido acusado de ningún delito, mientras se resuelve la petición de extradición de Washington.
Presidente del a FIP se une al pedido de libertad para Assange
El presidente de la Federación Internacional de Periodistas, FIP, Dominique Pradalié, se unió a la cadena humana que rodeó el Palacio de Westminster para oponerse a la extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange.
Según expresó, “Los delitos por los que Estados Unidos persigue a Assange son actos que todos los periodistas realizan todos los días: encontrar testigos de irregularidades, alentarlos a compartir pruebas y ayudarlos a cubrir sus huellas. Si Assange va a la cárcel, no hay un periodista en la tierra que esté a salvo. El gobierno británico debería poner fin de inmediato a esta grotesca persecución”, apuntó.
El compromiso de Pradalié fue bien recibido por la editora en jefe de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson. “El apoyo de la FIP siempre ha sido firme, estamos encantados de que el presidente haya tenido tiempo para unirse a la manifestación”. Los organizadores estimaron que más de 7.000 personas se unieron para formar una cadena humana alrededor de las Casas del Parlamento.
Foto: RTVE/EFE/EPA/Andry Rain