El cambio climático que afecta al planeta está avanzando a una velocidad más rápido de lo previsto, lo cual hace imperativo que los gobiernos actúen con rapidez para revertir los efectos negativos de los fenómenos naturales. Así expresa el Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, en un informe regional sobre el estado del ambiente.
Según el informe del PNUD, en casi todas las regiones, el crecimiento de la población, la rápida urbanización, el aumento en el nivel de consumo, la desertificación, la degradación de la tierra y el cambio climático se han combinado para hacer que los países sufran una escasez de agua más severa.
Para el organismo de las Naciones Unidas para el ambiente, si las tendencias actuales continúan y el mundo no implementa soluciones que mejoren los patrones actuales de producción y consumo, y no se utilizan los recursos de forma sostenible, el estado del medio ambiente continuará deteriorándose.
El análisis detalla que en América Latina y el Caribe, el crecimiento de las áreas urbanas y la población, sumado a un mayor consumo de la clase media, ha llevado a una situación en la que la calidad del aire en las ciudades ha bajado, las emisiones crecido y el agua, entre otros recursos naturales, está bajo presión.
Según la información publicada en el sitio web de CERIGUA, en la región aproximadamente 100 millones de personas residen en áreas susceptibles a la contaminación del aíre, en su mayoría áreas densamente pobladas; solo en 2012 un total de 138 mil muertes en países de renta baja y media fueron atribuidas a la contaminación en el ambiente y en el aire doméstico.
La demanda del agua también ha significado una problemática en Latinoamérica y el Caribe, debido a que su utilización para la agricultura, la industria, la generación de energía y uso domestico, aunado al cambio climático y un aumento en la contaminación, han cambiado el ciclo hidrológico y los sistemas de recursos de agua.
En Mesoamérica y Sudamérica ha existido una baja constante en la disponibilidad de agua por persona, principalmente por el aumento de la población que pasó de 463 a 606 millones entre 1992 y 2011.
El agua de la superficie es la fuente más común en la región, sin embargo el uso del agua subterránea también se ha incrementado en países como Argentina, donde representa el 30 por ciento del total de retiro del agua; este tipo de tendencias representan una amenaza para los recursos hídricos subterráneos si no se gestionan adecuadamente.
En todo el mundo, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación, de la tierra y la escasez del agua son problemas que están creciendo y deben abordarse urgentemente si el mundo quiere alcanzar las metas establecidas en la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, detallan los análisis del PNUMA.
Fuente: Cerigua
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