América Latina.- Según un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los jóvenes del campo son el perfil más común entre los migrantes que dejan países del norte de América Central, con destino a México y Estados Unidos. En la conferencia de la ONU sobre el nuevo pacto migratorio difundido en Marrakesh, el levantamiento revela que la mayoría de los expatriados de esa subregión sale de zonas agrícolas.
En 2015, el 89% de los migrantes de El Salvador, el 87% de los de Guatemala y el 82% de los hondureños residían en Estados Unidos, según el informe.
En el período 2010-2015, sólo el 11% de los hondureños y el 15% de los mexicanos retornados -que habían dejado sus países de origen, pero regresados posteriormente- se instalaron en grandes ciudades. El resto fue principalmente para comunidades rurales y municipios menores.
La estimación es uno de los datos del Atlas de la Migración en el Norte de América Central, presentado en Marruecos por la CEPAL y la FAO para debatir las causas y consecuencias de los desplazamientos internacionales en la subregión. La investigación enfatiza la relación entre pobreza en el campo y los flujos de migrantes.
“En Honduras, el porcentaje de la población rural que vive en la pobreza alcanza el 82%, mientras que en Guatemala llega al 77% y en El Salvador, al 49%”, afirmó la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en conferencia sobre el informe.
La dirigente subrayó que los números de la miseria en el medio agrícola aumentaron a lo largo de las últimas décadas, alcanzando niveles críticos.
Según Bárcena, otros motores de la migración centroamericana incluyen el desempleo, cuestiones familiares, violaciones de derechos, violencia y seguridad y vulnerabilidad al cambio climático.
De acuerdo con la encuesta, entre 2000 y 2012, aumentó en un 59% el número de personas del norte de América Central que vivían en lugares distintos de su lugar de nacimiento.
“Hoy en día, la migración es más compleja que nunca en Centroamérica. Existen números mayores de migrantes en tránsito, de repatriados, de menores no acompañados y solicitantes de refugio. La migración se ha convertido en una cuestión de la más alta prioridad en las agendas políticas y de desarrollo “, dijo Bárcena.
En la evaluación de Kostas Stamoulis, subdirector general del Departamento de Desarrollo Económico y Social de la FAO, el atlas confirma que la mayoría de los migrantes del norte de Centroamérica que viaja a México y Estados Unidos son de familias rurales. Estos individuos dependen de la agricultura para su sustento.
El experto afirmó que la FAO continuará trabajando con los gobiernos de la región para crear oportunidades en las comunidades agrícolas y en los territorios de origen de la mayoría de los migrantes.
Jóvenes y menores de edad
De acuerdo con el atlas, individuos menores de 24 años representan la mitad de los migrantes del norte de América Central que dejaron sus países de origen desde 2010. Cuando se consideran a los jóvenes menores de 20 años, incluyendo niños y adolescentes, la proporción es de 25 %.
De 2013 a 2017, 180 mil menores no acompañados fueron detenidos en la frontera suroeste de Estados Unidos. De 2015 a 2016, 45 mil niños y adolescentes, también desatendidos y oriundos del norte de Centroamérica, se registraron en México.
En 2017, el número de niñas migrantes y no acompañadas tuvo un aumento expresivo (72%) en comparación con el año anterior.
Fuente: ONU-Brasil