La radio comunitaria Ica Toma Poch, que funcionaba desde 2005 en San Pedro Atocpan, en la delegación Milpa Alta, fue clausurada por funcionarios del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel). La mayor parte de la programación de la radiodifusora se transmitía en náhuatl y se enfocaba en temas educativos, de difusión y rescate de sus tradiciones, así como a informar sobre asuntos de interés para la comunidad.
La clausura se produjo el pasado 16 de marzo, dos días antes de que el organismo pusiera en marcha la campaña Se busca por robo: transmitir desde una estación de radio sin concesión es un delito. según informó la encargada de la radio, Teresa Aldama, el personal de Ifetel “llegó de pronto a la estación y nos dijo que podríamos purgar una pena hasta de cuatro años de cárcel y pagar una multa de 2 millones de pesos”.
En una entrevista explicó que hace casi 11 años un grupo de pobladores creó la radiodifusora con presupuesto federal, que les otorgó la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) al reconocer a la comunidad como pueblo originario. El proyecto fue aprobado para recibir 150 mil pesos; sin embargo, no les precisaron que debían contar con un permiso del gobierno.
“Aquí nos regimos por usos y costumbres y nuestra máxima autoridad es la representación comunal”, por lo que a ella le pidieron autorización para hacer uso de la tierra y el aire. “Pensamos que con ese permiso podíamos hacer las cosas”, explica Aldama.
Ica Toma Poch, que en español quiere decir Al extremo izquierdo, se difundía en el 89.3 de FM y tenía un rango de apenas 300 watts de potencia. Alcanzaban 6 kilómetros a la redonda. Pobladores participaban en la realización y alumnos de primarias y escuelas técnicas de educación media superior acudían permanentemente, como parte de sus materias curriculares.
El jueves pasado se sumó otro contratiempo. Autoridades delegacionales cerraron la Casa de la Cultura, donde se encontraban las oficinas de la radio, y ahí quedaron los documentos que llevarían a Ifetel para iniciar su regularización. Así que una de sus demandas ahora es hacia el gobierno local para que libere las instalaciones.
En Ica Toma Poch “damos voz a quien no la tiene, informamos de sucesos importantes para la comunidad. Ya no podremos hablar de nuestros abuelos, que están muriendo y nos pueden dejar su conocimiento ancestral, ya no ayudaremos a los alumnos”, lamentó.
Fuente: Periódico La Jornada
DERECHOS RESERVADOS 2021
POWERED BY DanKorp Group. WEB SITES SOLUTIONS