Bogotá, Colombia.- La violencia contra los periodistas no cesa. El lunes 28 de noviembre fue asesinado el periodista colombiano Wilder Alfredo Córdoba. El crimen se registró en el municipio de La Unión, en el departamento de Nariño, limítrofe con Ecuador.
El comunicador y líder social, de 35 años, era director del canal privado Unión TV, quien fue atacado por la espalda por desconocidos que se movilizaban en una motocicleta.
El periodista había denunciado los problemas de inseguridad y el incremento de la delincuencia en la zona fronteriza.
Según medios locales, hace pocos días hizo públicos mensajes recibidos que le pedían callar sobre algunos temas que denunció en su municipio.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lamentó el asesinato del periodista Wilder Córdoba, en Colombia, quien es la cuarta víctima mortal este año en el país. La institución instó a las autoridades colombianas a investigar con celeridad para juzgar a los culpables y evitar que el crimen quede en la impunidad.
Este año también fueron asesinados en Colombia: Rafael Emiro Moreno, director del sitio Voces de Córdoba, en Montelíbano, Córdoba, el 16 de octubre; y Dilia Contreras, directora del programa digital La Bocina Col, y Leiner Montero, director de la emisora comunitaria Sol Digital Stereo, ambos ultimados en Fundación, Magdalena, el 28 de agosto.
El presidente de la SIP, Michael Greenspon, se solidarizó con los familiares y con la comunidad periodística colombiana y advirtió sobre “la indefensión y la grave violencia que padecen muchos periodistas en las Américas”.
Así también, el presidente de Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, llamó a las autoridades a “indagar con profundidad, señalar a los responsables y llevarlos ante la Justicia”. Jornet agregó que “este nuevo caso ratifica la patética realidad de ejercer el periodismo bajo fuego”.
Greenspon y Jornet expresaron que 2022 “ha alcanzado la escalofriante cifra de 42 periodistas asesinados”. Veinte de esos casos se registraron en México, ocho en Haití, cuatro en Colombia, tres en Honduras, dos en Ecuador, y uno en Brasil, Chile, Estados Unidos, Guatemala y Paraguay, respectivamente.
Fuente: SIP