Colombia: La emergencia de los líderes sociales en medio del Covid-19
Por Ángel Alberto Morillo-SIGNIS Colombia
Julián David Villa Nieves, además de líder social, es médico veterinario y zootecnista, participa de la organización la mesa hídrica del pie de monte llanero en el departamento del Meta.
“Vemos con preocupación cómo el gobierno ha desconocido la labor que adelantan los líderes sociales sobre todo en tiempos de pandemia”, ha dicho a SIGNIS ALC.
No cuentan con las suficientes medidas de protección, en especial en lo concerniente con las denuncias: “Tenemos un caso en el Meta, en la jurisdicción de Castilla.
Un líder ambiental está bajo amenazas de un grupo paramilitar, las autodefensas Gaitanistas. El asunto fue que hizo unas denuncias en medios alternativos sobre los malos manejos de la empresa petrolera Ecopetrol en cuanto a accidentes laborales, derramamientos en caños. Con estos denuncios coincidencialmente llegaron para él las llamadas de amedrentamiento”.
Emergencia sanitaria y social
A esta situación de amenazas se añade la poca respuesta de las autoridades en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus en los campos petroleros del Llano.
“Advertimos sobre eso”, de hecho “cuando solicitamos a las petroleras el servicio de ambulancias, negaron ese apoyo a los líderes” y eso tiene que ver con “esa misma incapacidad del Estado para dar esa cobertura”.
Considera que “las decisiones administrativas a nivel nacional se han tomado en contravía a lo que requiere el país”, pues “si se pretende promover un aislamiento preventivo se deben garantizar las condiciones para que las comunidades se puedan aislar sin sufrir penurias”.
El líder social considera que no se han realizado las suficientes pruebas de detección para identificar a pacientes clínicos como asintomáticos ni se ha dotado la red de hospitales públicos, porque “lamentablemente los recursos no se han invertido en eso, sino que primero se han dirigido a la banca que no ha sufrido crisis”.
Mientras todo esto sucede, las poblaciones más vulnerables de Colombia “se queda sin poder adquisitivo para lo indispensable”.
Un nuevo modelo de producción y consumo
Julián vaticina que tras el fin de esta emergencia “los resultados económicos serán aterradores”, sobre todo en materia de seguridad alimentaria, por eso “desde ya están promoviendo el empoderamiento de las familias para la siembra en sus casas”, como “la recuperación de los cultivos de alimentos en espacios públicos y en zonas de reserva natural a través de bosques comestibles”.
“Creemos que se debe fortalecer la economía campesina, la producción de los alimentos para garantizar el acceso a las familias más pobres y apoyar la producción nacional a partir de los recursos públicos y precisamente eso no lo está haciendo el gobierno”, lamenta.
En medio de todo este escenario “solo han sobrevivido las empresas extractivistas” que atentan contra el equilibrio ecológico, por ahora hace votos para mitigar los efectos de la crisis económica por la pandemia.
Para ello se debe replantear con urgencia un nuevo modelo de producción y consumo.
Villa cree que “podemos vivir sin necesidad del llamado crecimiento económico” inclusive “hay sociedades que lo están planteando para poder hacerle frente a lo que se viene”, pues “detrás de la crisis mundial del Covid-19 está la crisis climática que sigue avanzando”.
En materia económica, “la postura de los líderes sociales debe ser tomada en cuenta”, porque “esperamos hacer la incidencia para que de estos análisis se puedan tomar decisiones de manera plural y no solo desde los centros de poder de Bogotá”.
La ruta de la paz
En cuanto a los acuerdos de paz, “el gobierno lo ha manejado sin ningún compromiso institucional”, comenta el líder. P
Por tanto, Iván Duque lo ha impulsado desde una perspectiva partidista. A esto le suma que nuevos factores de violencia agudizan el conflicto, por ende, las desigualdades.
Si bien hay algunos esfuerzos de algunos gobiernos locales “realmente hay una desidia total”, sobre todo “de muchos partidos políticos tradicionales frente a seguir promoviendo la paz y amparando hechos de corrupción, despilfarro de inversiones”.
El respaldo a estos acuerdos debe ser unánime para conseguir los caminos de la reconciliación, lo contrario “es un retroceso” por ello “esperamos que se retome estas conversaciones y se replanteen”, porque durante “los años que logramos vivir en relativa paz nos recuerdan el dulce sabor de un país que vivió en armonía pese los sinsabores de la guerra”.
El tema resulta polarizante. “Para algunos sectores genera ruido el hecho de que no haya habido sanciones ejemplares”, pero “esto es una posición algo equivocada por parte de ellos, porque precisamente ha habido violencia de todos los sectores tanto de la derecha como de la izquierda”.
“Vemos con preocupación la reactivación de la violencia de grupos paramilitares, guerrilleros, las amenazas a líderes sociales, todo eso genera nuevamente un ambiente de zozobra. Esperamos la madurez suficiente en el país y el tiempo que permita esta emergencia sanitaria para analizar los escenarios y despolarizar la sociedad para consolidar esa ruta la paz”, puntualizó.
