Brasilia, Brasil.- El gobierno nacional presidido por Michel Temer puso en vigencia la ley número 13.581/2017 a través de la cual se declara a dom Helder Pessoa Câmara como Patrono Brasileño de los Derechos Humanos. La referida ley fue publicada en el Diario Oficial de la Unión el pasado 26 de diciembre de 2017.

 

Dom Helder Câmara fue el primer secretario general e idealizador del proyecto de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), función que ocupó en dos mandatos, de octubre de 1952 hasta octubre de 1964. Después Dom de la Paz, como se lo conocía, fue nombrado arzobispo de Olinda e Recife (PE).

 

La persona que recibe el título de patrono de determinada categoría o rama de la ciencia y del conocimiento es aquella cuya actuación sirve de ejemplo e inspiración a sus semejantes.

 

El proyecto de ley que propone el título de patrono de los Derechos Humanos a dom Helder, fallecido en 1999, fue planteado en 2014, con la justificación de que se trata de un homenaje a uno de los fundadores de la CNBB y “gran defensor de los derechos humanos durante el régimen militar brasileño”. Para el diputado proponente, Arnaldo Jordy (PA), “más que un líder religioso, dom Helder Câmara era referente en la lucha por la paz y la justicia social. Predicaba una Iglesia simple, volcada a atender a los pobres y a la no violencia”.

 

Incoherencia

 

En un artículo publicado este martes 2 de enero de 2018, el arzobispo de Olinda y Recife, dom Antônio Fernando Saburido, que es también el presidente de la Regional Nordeste 2 de la CNBB, se declaró sorprendido por la ambigüedad del texto presidencial que declaró a dom Helder como patrono de los Derechos Humanos, en razón de que no explica las motivaciones, ni las consecuencias de esta declaración.

 

“Que significa esa medida que viene de un gobierno que justamente vació la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República y comprometió todo el trabajo que venía realizando en la lucha contra todo tipo de discriminaciones? Será que nombrar a Dom Helder patrono brasileño de los Derechos Humanos hará al gobierno volver atrás en la decisión de reducir sustancialmente los gastos públicos en salud y educación, dejando a los millones de pobres abandonados a su propia suerte? Cómo pensar en Derechos Humanos y relajar las reglas de control al trabajo esclavo, así como sujetar los trabajadores a reglas que les son contrarias y que eliminan los derechos adquiridos en la Constitución de 1988? Y qué decir de la reforma de la Previsión Social por la cual ese mismo gobierno presiona de formas ilícitas para verla aprobada?”, cuestiona dom Saburido en su artículo.

 

Dom Fernando afirma además sentirse “obligado a declarar públicamente que ese decreto presidencial, para ser sincero y coherente, necesita ser acompañado por otro modo de gobernar el país y de cuidar lo que es público, principalmente del bien mayor que es el pueblo, sobretodo los más fragilizados”.

 

Lea aquí el texto íntegro de dom Fernando Saburido.

 

Fuente: CNBB