Julio Aro, un exsoldado argentino, y Geoffrey Cardozo, un ex oficial británico, ambos veteranos de la Guerra de Malvinas, han sido nominados al Premio Nobel de la Paz en forma conjunta para 2021. La noticia fue confirmada por el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Mar del Plata, espacio que solicitó la candidatura y que recibió recientemente la notificación del Comité Noruego del Nobel.Julio Aro era soldado conscripto cuando en 1982 fue enviado a Malvinas; con 19 años y una preparación militar mínima tuvo que combatir contra las fuerzas británicas, de las cuales Geoffrey Cardozo era capitán, aunque él no combatió, sino que llegó a las islas al día siguiente de la finalización de la contienda armada para realizar tareas de contención con las tropas británicas y tuvo a su cargo, además, recoger los cuerpos de los combatientes argentinos diseminados en diferentes campos de batalla, crear un cementerio en el istmo de Darwin y darles allí sepultura con honores militares y religiosos. Pero el capitán Cardozo se encontró con una dificultad inesperada para un castrense profesional: muchos combatientes argentinos no tenían su chapa militar identificadora, lo cual lo obligó a inhumarlos como “Soldados solo conocidos por Dios”. Ante esta situación, Geoffrey Cardozo decidió salirse de protocolo y poner esos cuerpos en tres bolsas plásticas más el ataúd, para tratar de conservarlos del mejor modo posible durante mucho tiempo. Al mismo tiempo, tomó todos los datos personales que pudo y los volcó en un informe que entregó a sus superiores, quienes lo enviaron a la Cruz Roja Internacional y también al gobierno de facto argentino para que pudieran identificar los cuerpos o llevarlos a continente. El gobierno militar que había generado un conflicto bélico con sus terribles consecuencias, no hizo uso de las alternativas que le presentaba el gobierno británico, alegando que esas almas quedaban como custodios eternos de la soberanía argentina sobre las islas usurpadas por los británicos en 1833.En Abril de 2008, Julio Aro regresó a Malvinas para cerrar su historia personal. En ese viaje, movilizador en muchos sentidos, encontró sin proponérselo otro motivo que marcó su destino nuevamente. Al visitar el cementerio de Darwin se sorprendió al ver que prácticamente la mitad de las tumbas (121 sobre un total de 230) decían “Soldado argentino solo conocido por Dios”. Pensando en las familias que no podían cerrar sus duelos, se propuso una tarea que parecía poco posible: devolverle la identidad a sus compañeros.Con motivo de realizarse jornadas de estrés postraumático de guerra, viajó en Octubre de 2008 a Londres y mantuvo reuniones con veteranos de guerra británicos. En ellas conoció a Geoffrey Cardozo, el oficial que se encargó de recoger los cuerpos de los argentinos y sepultarlos adecuadamente en el cementerio que creó en Darwin.
Cardozo le entregó a Julio Aro una copia de su informe. Con estos datos fundamentales y una voluntad de hierro, Aro creó la Fundación No me olvides (2009), para darle un marco formal a su proyecto de restitución de identidades.
Tras años de trabajo y de superar varias vicisitudes, en un accionar que involucró a los gobiernos de la Argentina, el Reino Unido de la Gran Bretaña, la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja, entre otros organismos y personalidades, como el propio Papa Francisco, a la fecha se pudo restituir la identidad de 115 caídos.
Consultado sobre la novedad de esta nueva postulación al Nobel (es la tercera de manera consecutiva), Aro expresó: “Ya tenemos un premio noble que nos da paz: el abrazo y agradecimiento de las madres y las familias. Tengo el celular repleto de mensajes que me rompen el corazón. Me tratan como a un hijo y eso me emociona muchísimo”.
Luego agregó: “Para nosotros es un orgullo la nominación porque pone en el tapete todo el trabajo que realizamos junto con Geoffrey Cardozo”. Posteriomente remarcó que pese a la pandemia siguen trabajando para poder identificar a los siete cuerpos que faltan en el cementerio de Darwin. “Ya hemos encontrado a otras dos familias. Estamos viendo cómo podemos viajar para hacer la identificación”, destacó y dejó en claro que “no queremos dejar a ningún compañero atrás”.
Esta historia humanitaria se encuentra reflejada en dos documentales realizados por Miguel Monforte, miembro de SIGNIS Argentina y también miembro de la Comisión Directiva de la Fundación No me olvides que preside Julio Aro. Se trata de “Héroe corriente” (2017) y “La tumba redimida” (2019).
Ambas producciones contaron con el aval de SIGNIS al momento de ser concretadas. “Héroe corriente” ha sido proyectada en más de doscientas oportunidades en diferentes ámbitos de manera gratuita y con charlas de reflexión posterior. Es un material que cuenta con una guía de trabajo para alumnos de colegios secundarios, ha sido estrenado en salas comerciales y hoy se puede ver de manera gratuita en el streaming de Cine. Ar Play: https://play.cine.ar/INCAA/produccion/5569
“La tumba redimida” se realizó gracias al Premio “Licenciado Leandro Lanzotti”, fondo para productores católicos impulsado por SIPCA TV, Sistema Internacional de Programación Católica para Televisión, que se encarga de distribuirlo.
Redacción: Miguel Monforte, corresponsal de SIGNIS ALC en Argentina