Este hecho es violatorio del Derecho Internacional Humanitario.

El periodista Miguel Ángel Castilla habría sido atacado por el Ejército Nacional mientras realizaba una investigación sobre temas mineros en zonas aledañas a la mina del Cerrejón.  La denuncia la hizo pública la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP -, entidad que rechazó esta actiud de los elementos del ejército.

Según la alerta llegada a la redacción de SIGNIS ALC, el ataque se habría registrado en circunstancias en que el comunicador se dirigió hacia el resguardo de Lomamato en la región de Hato Nuevo, Guajira, miércoles 17 de febrero, para continuar con la investigación sobre la actividad minera que desde hace tres años realiza.

Castilla iba en compañía de autoridades indígenas Wayúu y en el camino a la loma se encontró con siete soldados del Batallón Rondón Buenavista, adscrito a la décima Brigada del Ejército Nacional quienes se encontraban vigilando el gasoducto ubicado en la parte baja de esta área.

El periodista y sus acompañantes reportaron que estaban realizando un trabajo periodístico y los militares autorizaron que continuaran con el trayecto. Sin embargo, y según relató Castilla a la FLIP, media hora después, sintieron cinco disparos que provenían de los hombres del Ejército, quienes se encontraban en la parte baja de la montaña. De manera inmediata el reportero y el grupo de indígenas buscaron protección y no sufrieron ninguna herida.

En diálogo con la FLIP, el teniente coronel Orlando González, responsable del batallón Rondón Buenavista, confirmó que efectivamente los disparos se presentaron después que el periodista y los indígenas subieron a Lomamato.

González explicó que posterior al paso de los civiles hubo un hostigamiento de la guerrilla, se presume que el ELN, desde la parte alta de la loma y que los disparos realizados por los militares fueron en respuesta a los disparos previos en su contra y que ordenaron el alto al fuego cuando recordaron que en el lugar había civiles. Sin embargo, esta versión no coincide con los testimonios de otras fuentes consultadas por la FLIP, quienes señalaron que no hubo disparos previos, solo escucharon los disparos de los militares.

Por su parte, voceros de la mina el Cerrejón le aseguraron a la FLIP que tuvieron conocimiento sobre los disparos pero enfatizan que no ocurrieron en los predios de la mina.

El coronel González también indicó que la situación le parece sospechosa “a nosotros se nos hace extraño que antes de hostigarnos los señores, y uno que no es de la región, vaya para allá, ¿a qué iba?”, refiriéndose a la visita del reportero y sus acompañantes.

La FLIP rechaza las “sospechas” que el Ejército tiene sobre el periodista sugiriendo alguna relación con el hostigamiento guerrillero y considera que son señalamientos que estigmatizan al periodista Castilla y que van en contra de los estándares internacionales sobre el discurso favorable a la libertad de expresión que deben tener las autoridades públicas.

De acuerdo a la información recolectada, para la FLIP, el Ejército Nacional desconoció el principio de prevención, toda vez que los militares conocían previamente que civiles se encontraban en la zona sobre la cual efectivamente dispararon, descripción en la que coinciden el periodista y el coronel González. Este hecho es violatorio del Derecho Internacional Humanitario.

La FLIP hace un llamado para que el Ejército Nacional ofrezca las explicaciones nacionales y garantice la seguridad del periodista mientras permanezca en la zona y solicita a la Fiscalía que investigue lo sucedido de tal manera que se pueda sancionar a los responsables.

Fuente: FLIP