El drama del narcotráfico y la llamada a la conversión ecológica se reflexionó en el Sínodo Amazónico
Ciudad del Vaticano.- Durante la 6° Congregación General del Sínodo Amazónico que se realiza en Roma, los obispos y participantes en la Asamblea reflexionaron sobre la tragedia del narcotráfico y sus consecuencias en la región amazónica. Según la información que se compartió, en algunas zonas del territorio amazónico el cultivo de coca ha aumentado de 12.000 a 23.000 hectáreas, lo cual produce efectos devastadores debido al aumento de la delincuencia y a la alteración del equilibrio natural del territorio, cada vez más desierto.
La construcción de centrales hidroeléctricas, que implica la deforestación de grandes reservas ambientales ricas en biodiversidad, así como incendios autorizados que destruyen millones de hectáreas de tierra, tienen un impacto muy fuerte en el medio ambiente de algunas regiones, alterando el ecosistema. Por eso es necesaria una llamada a la conversión ecológica: la Iglesia, se dice en la sala, debe ser una voz profética para que el tema de la ecología integral pueda entrar en la agenda de los organismos internacionales.
Inculturación y evangelización
En las otras intervenciones de los Padres sinodales se volvió a reflexionar sobre el equilibrio entre inculturación y evangelización, a partir del ejemplo tan elocuente de Jesús. La Encarnación misma, en efecto, es el signo más grande de la inculturación, porque el Verbo de Dios ha asumido la naturaleza humana para hacerse visible en su amor. Y esta es la tarea de la Iglesia, llamada a encarnarse en la vida concreta de las personas, como lo han hecho los misioneros en la Amazonía.
Por otro lado, se expresó la propuesta de que la Amazonía se convierta en un laboratorio permanente de sinodalidad misionera, tanto para el bien de los pueblos que viven en la región como para el bien de la Iglesia. También se destaca la importancia de la interculturalidad y la valorización de las culturas y poblaciones originarias, cuya cosmovisión ayuda en el cuidado de la casa común.
La dificultad de la vocación y el camino de los viri probati
También al reflexionar sobre el tema de la evangelización, se advirtió la dificultad de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y de manera particular se dialogó sobre el camino de las viri probati: esto, como se afirma en una intervención, vendría a debilitar el impulso de los sacerdotes de salir de un continente a otro y también de una diócesis a otra. El sacerdote, en efecto, no es “de la comunidad”, sino “de la Iglesia” y, como tal, puede ser “para cualquier comunidad”. Otra intervención subraya que no son tanto los ministerios de lo sagrado los que se necesitan, sino los diáconos de la fe. A continuación, reiteró la necesidad de una mayor y mejor formación de los sacerdotes, y recordó la valoración, lejos del clericalismo, de las responsabilidades de los laicos.
Piedad popular
Otra intervención se centra en el tema de la piedad popular, un aspecto de la evangelización ante el que no se puede permanecer indiferente: es una característica fundamental de los pueblos de la Amazonía y, por tanto, hay que cuidarla, como un tesoro en el que resplandece Jesucristo. De ahí la idea de que las manifestaciones de la piedad popular son cada vez más acompañadas, promovidas y valoradas por la Iglesia.
Teología de la Creación
La Sala del Sínodo se ocupa también de la teología de la creación, en la que la Palabra de Dios reside para la humanidad. De ahí la reflexión de los Padres sobre la importancia de un mayor diálogo entre esta teología y las ciencias positivas, ya que olvidar la creación significaría olvidar al Creador mismo. También hay espacio para el tema de la defensa de los derechos de los pueblos originarios de la Amazonía: el diálogo con ellos, se dice en la sala, es importante y ayuda a valorarlos como interlocutores dignos, dotados de la capacidad de autodeterminación. También se debe prestar especial atención al cuidado pastoral de los jóvenes indígenas, divididos como están entre el conocimiento tradicional y el occidental.
El papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad
La 6ª Congregación tiene también algunos oyentes, delegados fraternos e invitados especiales que toman la palabra: en particular, se les insta a promover el papel de la mujer, a reforzar su liderazgo en la familia, la sociedad y la Iglesia. La mujer es la guardiana de la vida, la evangelizadora, la artesana de la esperanza -se dice en la Sala- es la brisa suave de Dios, el rostro materno y misericordioso de la Iglesia. Es importante, por tanto, reconocer el estilo del anuncio del Evangelio realizado por las mujeres amazónicas, a menudo silenciosas, pero muy participativas en la sociedad. Y es necesario fortalecer -dice de nuevo- una sinodalidad de género en la Iglesia.
Diálogo interreligioso y ecuménico
El Aula del Sínodo también reflexiona sobre la importancia del diálogo interreligioso, que se centra en la confianza, en ver las diferencias como una oportunidad, lejos de la colonización religiosa y cerca de la escucha y la conciencia de la alteridad. A continuación, se examina el diálogo ecuménico, destacando la importancia de un camino común también para la protección de los derechos de los pueblos indígenas, que a menudo son víctimas de la violencia, y de los territorios amazónicos destruidos por métodos de extracción depredadores o por cultivos venéfi cosechas venéfi cos. Una proclamación común del Evangelio puede ser una forma de combatir estos horrendos crímenes. Los cristianos -añade- no pueden permanecer en silencio ante la violencia y las injusticias sufridas por la Amazonía y sus pueblos: anunciar el amor de Dios en los rincones más remotos de la región significa denunciar toda forma de opresión sobre la belleza de la Creación.
Amazonía, un lugar concreto que concierne a todos
La Amazonía es un lugar concreto”, añade, “donde se manifiestan muchos desafíos globales de nuestro tiempo, desafíos que afectan a todos”. Los sufrimientos de los pueblos amazónicos, de hecho, derivan de un modo de vida “imperial”, en el que la vida es considerada una simple mercancía y las desigualdades acaban siendo cada vez más reforzadas. En cambio, los pueblos indígenas pueden ayudar a comprender la interconexión de las cosas: la cooperación mundial es posible y urgente.
Fuente: Vatican News
