En su último acto masivo el Papa se despide de Iquique, ciudad que se encuentra marcada por una gran presencia de extranjeros, venidos desde Perú y Bolivia, este fue el lugar propicio para dirigir su mensaje y reconocer a los inmigrantes.

 

Por otra parte, este encuentro estuvo caracterizado por una evidente expresión de religiosidad popular con música, cantos y bailes propios del norte de Chile. Además coronó a la Virgen de La Tirana, acto que avivó el regocijo de los fieles de la Primera Región.

 

La ceremonia se realizó con menos concurrencia de la que se esperaba.  El Papa Francisco ofició la última misa y dedicó fuertes palabras de apoyo a inmigrantes que residen en el país. “No hay alegría cristiana cuando se cierran puertas”, dijo en la homilía que pronunció en la Misa por la Virgen del Carmen en Iquique. Así, el Papa Francisco llamó a dar hospitalidad a los extranjeros, a aprender de todo lo que tienen que aportar y a condenar las injusticias que se cometen.

 

“Hermanos, Iquique es tierra de sueños, eso significa el nombre en aymara. Tierra que ha sabido albergar a gente de distintos pueblos y culturas que han tenido que dejar a los suyos, marcharse. Una marcha siempre basada en la esperanza por obtener una vida mejor, pero sabemos que va siempre acompañada de mochilas cargadas de miedo e incertidumbre por lo que vendrá“.

 

Agregó que los inmigrantes que llegan diariamente a Chile son la imagen de la “Sagrada Familia que tuvo que atravesar desiertos para poder seguir con vida”.

 

Por este motivo se debe buscar que la tierra de sueños “siga siendo también tierra de hospitalidad. Hospitalidad festiva, porque sabemos bien que no hay alegría cristiana cuando se cierran puertas; no hay alegría cristiana cuando se les hace sentir a los demás que sobran o que entre nosotros no tienen lugar”.

 

Además, llamó a condenar las injusticias que se cometen en contra de quienes llegan al país: “Estemos atentos a las nuevas formas de explotación que exponen a tantos hermanos a perder la alegría de la fiesta. Estemos atentos frente a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares. Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en “regla”. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias”.

 

“Al igual que ellos, no tengamos miedo a dar una mano, y que nuestra solidaridad y nuestro compromiso con la justicia sean parte del baile o la canción que podamos entonarle a nuestro Señor. Aprovechemos también a aprender y a dejarnos impregnar por los valores, la sabiduría y la fe que los inmigrantes traen consigo. Sin cerrarnos a esas «tinajas» llenas de sabiduría e historia que traen quienes siguen arribando a estas tierras. No nos privemos de todo lo bueno que tienen para aportar”, dijo.

 

Alrededor de las 17h00 fue despedido en el aeropuerto por la Presidenta Bachelet, con lo cual concluyó su visita a Chile y continúa su viaje apostólico con destino al vecino país de Perú.

 

Desde Santiago de Chile, Alejandro Caro, SIGNIS Chile/ SIGNIS ALC