Como un retroceso para la Libertad de Prensa en Colombia calificó la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) a la situación de la libertad de expresión en el país para el año 2015. Según el último informe 2015, en este año se registraron 147 agresiones directas a los periodistas, lo que representa un incremento de seis casos con relación a las agresiones reportadas en 2014.
En el número de víctimas agredidas también se registra un marcado incremento de casos; mientras en 2014 se denunciaron 146 víctimas, en 2015 aumentó a 232, lo que representa un incremento de 68 periodistas agredidos.
Preocupan los homicidios de Luis Antonio Peralta, el 14 de febrero de 2015 en el municipio de Doncello, departamento de Caquetá; y de Flor Alba Núñez, el 10 de septiembre en la ciudad de Pitalito, sur del departamento del Huila; debido a que la FLIP pudo establecer que ambos crímenes se cometieron como consecuencia de su labor periodística.
El informe llama la atención sobre la amenaza que, con 77 casos, es la agresión más frecuente. Pero además pone el ojo en las interceptaciones ilegales que se han vuelto una agresión sistemática contra la prensa en Colombia. “60 años de espionaje a periodistas en Colombia”
“El presidente Juan Manuel Santos ha reiterado que “no se ‘chuza’ en su Gobierno” sin embargo, este es el tercer escándalo que se presenta en los últimos dos años. La falta de transparencia y de avances en las investigaciones impide que la opinión pública sepa quién, o quiénes, están orquestando la vigilancia.”
En 2015 se denunciaron casos de interceptación, por parte de la Policía Nacional, a las periodistas Vicky Dávila, directora de La Fm; y Claudia Morales, subdirectora de La Luciérnaga de Caracol Radio.
El problema iría más allá, según referencia la FLIP, habría “una sala de inteligencia de la Policía Nacional dedicada a vigilar a periodistas, militares o policías para ‘blindar el proceso de paz’. Desde allí se habría interceptado las comunicaciones de periodistas como Daniel Coronell, María del Rosario Arrázola y Gustavo Gardeazabal, entre otros.”
Por ello, la fundación de periodistas instó al presidente, Juan Manuel Santos, a ofrecer respuestas claras, públicas y sanciones ejemplarizantes contra los responsables de estos hechos.
Un aspecto que preocupa a la FLIP es que mientras avanza la recta final del proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, en el país aumentan las agresiones a periodistas. De ahí que el título del informe para 2015 fuera: Paz en los titulares miedo en la redacción.
Pero los miedos no están solo dados por los ataques a los periodistas, a la organización también le inquietan una serie de preguntan que surgen a raíz de lo que se está acordando en La Habana.
“La cercanía de un acuerdo de paz entre el Gobierno Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-FARC ha traído preguntas sobre el rol de la prensa en el post-conflicto. Algunas están relacionadas con aspectos éticos, otras con la forma en que están organizados los medios en el país y otras sobre las responsabilidades que puedan darse por la forma en que se cubrieron algunos temas relacionados con la guerra. Varios de estos temas tienen que ver con el derecho a la libertad de expresión.”
Por tal razón el informe de la FLIP, en el capítulo sobre paz y libertad de prensa, aclara una serie de dudas al respecto, respondiendo a preguntas como: ¿Se acordó con las FARC la creación de una ley de medios? ¿Los medios deben promover la paz? ¿Hay que prohibir la publicación de contenidos que atenten contra la paz? ¿Los medios deben referirse a una sola verdad? Entre otras.
Descargar informe de la FLIP
Fuente: ADITAL
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