Frei Betto*.- Nacido en una hacienda de su padre, gallego-español, el 13 de agosto de 1926, Fidel celebrará este próximo mes los 90 años. Es el primer revolucionario que alcanza esa edad. Mandela cumplió 95, pero no hizo propiamente una revolución.
Hoy el líder cubano habita, en compañía de su mujer Dalia, madre de cinco de sus hijos varones, en la misma casa en que vivió durante las décadas en que estuvo al frente del gobierno de Cuba. Casa típica de clase media, de dos niveles, cuyo único lujo es la piscina de tamaña medio. Debe ser uno de los pocos jefes de Estado que no vivió nunca en un palacio.
Fidel sigue con la misma lucidez que cuando nos conocimos, hace 36 años, en Managua, en el primer aniversario de la Revolución Sandinista. El cuerpo frágil exige cuidados especiales, y él ahora camina como quien pisa huevos, debido a la caída que sufrió en el 2004, en que fracturó una de las rodillas.
Todavía hace mentalmente operaciones matemáticas complejas, lee todas las mañanas un resumen de noticias seleccionadas por su asesoría, mira todo el noticiario de la televisión, y recibe, en la pequeña sala de su casa, tan conocida por fotos, a cubanos y personalidades extranjeras, como Carter, Hollande, Lula y Dilma, Maduro, Evo y el papa Francisco.
El pueblo cubano se alegra en las raras ocasiones en que aparece en público, como para visitar una exposición de pinturas o clausurar el congreso del Partido Comunista. Y se lamenta por el hecho de que su hermano Raúl no profiera tantos ni tan largos discursos como él, ni participe con tanta frecuencia en manifestaciones públicas. Se lo dije personalmente a Raúl, a lo que éste replicó: “De niño yo envidiaba a mi hermano. Un día lo vi montar un caballo a pelo. Me arriesgué a hacerlo yo también y me caí. Desde entonces decidí no imitarlo”.
Ávido lector, Fidel siempre recibe visitas teniendo en la mesa, frente a su silla, libros de temas variados: biografías, análisis económicos, cosmología y una de sus lecturas preferidas: ficción científica.
En la conversación demuestra una curiosidad intelectual que requiere detalles; quiere saber la rutina diaria del visitante, lo que le gusta comer, cómo es la casa en que vive, cómo es el perfil de su familia, etc.
Se cuenta que escapó de más de 600 atentados planificados por la CIA. Al visitar el Chile de Allende, en 1971, dos reporteros de la televisión venezolana que consiguieron aproximársele, decidieron entregarse a la seguridad cubana, confesar que habían sido contratados por la CIA y revelar que la cámara era de hecho el arma preparada para asesinarlo.
Diez presidentes de los Estados Unidos trataron de derribarlo; Fidel sobrevive a seis. Él hizo de Cuba el único país socialista de la historia de Occidente. Y en el que nunca ha habido una manifestación popular contra el gobierno, por más que los medios conservadores extranjeros traten de agrandar la importancia de ciertos actos de pequeños grupos insatisfechos, como las Damas de Blanco (parientes de presos comunes que insisten en imprimir carácter político a los crímenes que cometieron). Ninguno de los tres papas que visitaron Cuba quiso recibirlas.
Frei Betto es escritor, autor de “Fidel y la Religión”, entre otros libros.
www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.