Ciudad de Guatemala.- Según el último informe sobre libertad de prensa que anualmente presenta la organización internacional Reporteros sin Fronteras (RsF), el crimen organizado y la impunidad continúan representando un factor riesgo para los periodistas en Guatemala. Para RsF, éste país se ha convertido en uno de los países más peligros para la prensa en el continente americano.
Las esperanzas que suscitó la elección de Jimmy Morales, en enero de 2016 –tras la renuncia del presidente Otto Pérez Molina, debido a un escándalo de corrupción–, pronto fueron defraudadas, pues Guatemala sigue minado por el crimen organizado y la impunidad, lo que hace peligroso el trabajo de los periodistas, aseguró la organización en su informe.
Aunque el país subió en el Clasificador Mundial, pasó del puesto 118 al 116, continúa siendo uno de los “más peligros” para la prensa, debido a que a menudo se registran asesinatos de periodistas.
RsF elabora este listado sobre 180 países desde los países con una “buena situación hasta una “situación muy grave”, entre más cerca se esté del puesto 180, en ese país habrán menos garantías para ejercer la libertad de prensa; actualmente Guatemala es catalogada con una “situación difícil” en libertad de prensa.
La organización destacó que los reporteros guatemaltecos pueden padecer amenazas y agresiones si denuncia casos de corrupción en los que estén implicados políticos y gobernantes; recordó además que en 2016 estaba previsto que se aprobara el Programa de Protección a Periodistas, sin embargo, el proyecto se “aplazó”.
A nivel centroamericano, la situación de la prensa no es muy distinta a de Guatemala, a excepción de Costa Rica, que es considerado el único país de la región con una “buena situación”.
El informe señala que en México y Centroamérica la violencia e impunidad continúan haciendo que el miedo y la censuren reinen; En El Salvador (66), Guatemala (116), Honduras (141) y México (147) los periodistas de investigación que abordan temas relacionados al crimen organizado y la corrupción sistemáticamente enfrentan intimidaciones, amenazas y violencia física.
Los periodistas a menudo se ven confrontados al desplazamiento forzado; si optan por permanecer en el mismo sitio pueden pagar con su vida su trabajo informativo, añadió RsF.
Como en años anteriores, recordó la organización, los gobiernos de estos países, gangrenados por el tráfico de armas y droga, mostraron su impotencia para poner freno a la ola de violencia.
Cuando cuentan con mecanismo de protección de periodistas, como en el caso de Honduras y México, estos son ineficaces e inadaptados a la situación de los reporteros, que trabajan en medio de lamentables condiciones de seguridad y con gran precariedad, sobre todo los de la prensa local independiente.
Fuente: Cerigua/RsF