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Asesinatos de comunicadores en Brasil

SIGNIS ALC

10 abril 2019

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Informe revela aumento de asesinatos de comunicadores en Brasil

Informe revela aumento de asesinatos de comunicadores en Brasil

São Paulo, Brasil.- El número de asesinatos a periodistas en Brasil se duplicó en 2018, con relación a los registrados en 2017, según el reciente informe de la organización Artículo 19, que será divulgado en su integridad el próximo 3 de mayo, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa. En la estadística anual sobre la violencia en contra de los comunicadores en Brasil se señala que en 2018 fueron asesinados 4 periodistas. 

En un adelanto sobre los datos del informe de Artículo 19, la Asociación Profesión Periodista, APJOR, se señala que la violencia contra los periodistas sigue en aumento.

 

Según Thiago Firbida, asesor del Programa de Protección y Seguridad de Artículo 19, uno de los aspectos más preocupantes de los homicidios y de otras violencias contra comunicadores en Brasil es la impunidad. De los 22 casos de asesinatos registrados por la entidad entre 2012 y 2016, por ejemplo, sólo en 4 hubo condena. Los casos más recientes todavía se están analizando.

 

“La impunidad es la marca de esos crímenes que en la mayoría de los casos son practicados por agentes del Estado, como políticos, oa mando de ellos”, afirma Firbida. Según él, las investigaciones de esos crímenes no avanzan por la influencia y poder de estos agentes. Los procesos en general se detienen en la fase de investigación. Las investigaciones sólo avanzan cuando hay participación activa del Ministerio Público, que puede controlar el trabajo de la policía.

 

“Pero en general hay falta de iniciativa de las autoridades policiales y judiciales en investigar y castigar esos crímenes, que son premeditados y planificados”, añade Firbida. Además, en el mejor de los casos, son responsables de los ejecutores de los crímenes y no los mandantes.

 

Es necesario que haya presión de la sociedad, incluso de los propios medios, para que se rompa con el patrón de impunidad que caracteriza este tipo de crimen. Ejemplo de ello es el caso del asesinato del periodista Rodrigo Neto Faria, que investigaba grupos de exterminio. El caso ocurrió en Ipatinga, Minas Gerais, en 2013, y sólo hubo castigo por la movilización y presión de la comunidad, incluso de periodistas, que crearon el Comité Rodrigo Neto para continuar haciendo y firmando materias sobre el asunto. “Ahí tuvieron que hacer algo”, cuenta el asesor del Artículo 19.

 

A pesar del aumento del número de asesinatos de comunicadores en 2018, Firbida cree que se puede vislumbrar para el futuro una acción más efectiva en el combate a este tipo de violencia, incluso porque las entidades representativas de comunicadores y de defensa de derechos humanos comenzaron a actuar forma articulada ante el problema.

 

Por ejemplo, según Firbida, fue el Encuentro Nacional de Protección a Comunicadores, realizado en diciembre del año pasado en São Paulo, que contó con la participación de diversas entidades, inclusive de APJor. “Ahora las diversas entidades se están hablando y empezando a actuar de forma articulada para enfrentar la cuestión. “Estoy optimista”, afirma Firbida.

 

Acción estructurada

 

El Programa de Protección de Seguridad de Artículo 19 se inició en 2012, aunque la entidad ya actuaba antes en relación a la cuestión de la violencia contra comunicadores, presionando a autoridades públicas, como delegados y miembros del Ministerio Público para la solución y castigo de las agresiones.

 

“A partir de ese año, empezamos a actuar de forma más estructurada para garantizar la protección y la estabilidad de los comunicadores, ya sean periodistas profesionales, blogueros o personas que hacen periodismo comunitario. El equipo del cuenta con tres personas, además de la asesoría de tres abogados “, dice Firbida.

 

Artículo 19 fue fundada en 1987 en Londres, con la misión de defender y promover el derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información en todo el mundo. Tiene oficinas en nueve países y en Brasil está presente desde 2007. Su nombre tiene su origen en el artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que trata del derecho a la libertad de opinión y expresión.

 

Fuente: Artículo 19

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