“Sin la virtud de la esperanza, operando como un dínamo, esta asamblea no sería posible”. Así expresa la teóloga argentina Emilce Cuda, quien acompaña en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, que se realiza en México, del 21 al 28 de noviembre.
En un breve diálogo con la comunicadora Mónica Villanueva, expresidenta de SIGNIS ALC, la académica argentina, que fue llamada por el papa Francisco para dirigir la Pontificia Comisión para América Latina, advierte que no se debe esperar de la Asamblea Eclesial un “documento conclusivo o un plan de acción”, porque la lógica evangélica es diferente a la lógica liberal.
Según explica, “en la empresa, primero se fija la estrategia y después se obliga a cumplir esos pasos, lo que se llaman objetivos; pero la prédica cristiana es diferente, precisamente por la esperanza. La virtud de la esperanza es un dínamo que toca la materia y la transforma. Eso es la gracia”, apunta.
Emilce Cuda comenta que la Asamblea puso en marcha “un proceso de diálogo social, que es un sínodo, en todo el continente, que ya está ocurriendo y que va a avanzar en el tiempo”.
Insistió en que es preciso “mirar lo que está ocurriendo y no ver a esto (a la Asamblea) como algo previo a algo que va a pasar”.
“En un momento de crisis de representación, a nivel de partidos políticos, a nivel de organismos internacionales y regionales, que la Iglesia católica Latinoamericana se haya puesto en marcha es el comienzo. Un pasito, pero el comienzo”, enfatiza.
Al referirse a los dolores que sufre la región Latinoamericana, la teóloga argentina comenta que los principales dolores que sufren las personas “por un sistema que mata –como dice el papa Francisco-, por un sistema que excluye a las periferias”.
Señaló también que otras preocupaciones que se han escuchado, durante la Asamblea, son los “pedidos de reconocimiento, los pedidos de participación; ser reconocidos en distintos niveles, en distintas actividades, no solo por la jerarquía, sino también por sus pares”, como los jóvenes, que quieren ser escuchados y “demostrar que son capaces”, lo que válido.
Transformar una cultura de muerte, en una cultura de la vida y del encuentro
“La vida es algo maravillosa. Es un don. Un regalo. Dios creo todo este mundo para nosotros, para que tengamos vida y vida en abundancia (Jn 10,10), que es la introducción al Documento de Aparecida”, recuerda Emilce.
Destacó que “la vida nos la regaló Dios para que la disfrutemos, para que disfrutemos de toda la creación, no para que trabajemos como esclavos”.
Según explicó, “el trabajo al que nos invita el Génesis es un trabajo por esfuerzo, pero es un trabajo creativo, que cuida y desarrolla los bienes que Dios nos dio. Tristemente, el pecado ha hecho del trabajo un castigo, por lo que el trabajo se convirtió primero en explotación y luego en descarte, lo que no es un trabajo humano”.
“El trabajo humano es un trabajo creativo, para cuidar y desarrollar este mundo”, agrega la jefa de la Comisión Pontificia para América Latina, que luego aclaró que, “como el pecado se pega por cualquier lado, se ha hecho una mala interpretación de que solo se debe cuidar la vida al momento de la gestación y el nacimiento o de la muerte, se instala un discurso de la moral, solo en el sentido de bioética –lo que es válido, está bien, porque eso es vida-, pero se olvida que entre el nacimiento y la muerte hay que vivir y esa vida está descuidada”, por lo que el papa Francisco reivindica esa vida, que está en el inicio y en la introducción del Documento de Aparecida”, explica.
Para Emilce, la “Asamblea Eclesial es una puesta en marcha de Aparecida. Así como Laudato Si denuncia la crisis socio-ambiental, Fratelli Tutti no viene a decir qué hacer para poner en marcha una transición justa”.
En su reflexión, la teóloga argentina concluye apuntando que “del mismo modo en que en Aparecida reivindica la vida, para que ‘tengan vida en abundancia’ (Jn 10,10) y denuncia una cultura de la muerte, esta Asamblea Eclesial no es un nuevo documento episcopal Latinoamericano; es un pensar juntos de qué manera cuidar esa vida, de qué manera transformar esa cultura de la muerte en una cultura del encuentro”.
Escuche aquí la entrevista con Emilce Cuda
Desde México, Pepe Mármol, SIGNIS ALC, con entrevista realizada por Mónica Villanueva.