Carlos Larrea
La crisis ocasionada por el coronavirus, en el aspecto económico y social es dramática y ha “cambiado el mundo de una manera impresionante”, dijo el académico e investigador de la Universidad Andina Simón Bolívar, Carlos Larrea, durante el conversatorio para “construir el futuro en medio de la pandemia”, que tuvo lugar este jueves 30 de abril, desde las 18h00. El encuentro virtual promovido por SIGNIS ALC, la Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz, SIGNIS Ecuador y el Instituto de Espiritualidad Santa Teresa del Niño Jesús, abordó el tema “Ecología y Economía para un nuevo orden mundial”.
En su exposición, el Dr. Larrea señaló que desde que se descubrió el virus, en diciembre de 2019, hasta este jueves se registran en el mundo más de 3 millones 300 mil casos reportados y confirmados como contagiados, de los cuales 233.500 habían fallecido por esta causa en más de 200 países del mundo.
Según señaló, la pandemia ha obligado que al menos uno de cada tres habitantes del mundo tenga que permanecer confinada, lo cual ha producido una crisis económica sin precedentes, a tal punto que el propio Fondo Monetario Internacional FMI ha reconocido que se está viviendo la mayor crisis desde 1929, lo que quiere decir que en casi cien años no se ha tenido una catástrofe económica como la que se está viviendo.
Explicó que, como consecuencia de esta crisis económica, en el mundo habrá una caída de un 3% del Producto Interno Bruto, mientras que, en América Latina, que es una de las regiones más afectadas por la pandemia y por la crisis económica, se espera que esa caída sea del 5.2%, pero que Ecuador esa caída será aún más fuerte, pues registraría una caída de 6,3%, y que será, después de México y de Venezuela el tercer país más afectado por la crisis.
La crisis social es más dramática que la económica
El investigador destacó que no solo se deben mirar los efectos económicos de la crisis, sino también los sociales, que son mucho más dramáticos, pues según un estudio de la Universidad de Naciones Unidas publicado recientemente, establece que alrededor de 420 millones de personas caerán en la pobreza, cifra que es mayor a la población de Estados Unidos.
Comentó además que, frente a esta realidad, la organización internacional OXFAM, con inspiración cristiana, propone un plan de rescate a esta catástrofe económica y social, a través de la transferencia de dinero y alimentos a la población más afectada, la suspensión y cancelación de las deudas de los países más pobres y el aumento de la ayuda financiera internacional a los países en desarrollo, para lo cual se requeriría al menos 2.5 billones de dólares, que sería un monto menor al plan de recuperación de los EEUU, que alcanzaría los 3 billones de dólares.
El doctor Larrea señaló que otro aspecto dramático para los países como Ecuador es la caída generalizada de los precios de los productos de exportación, de las materias primas, que para el caso ecuatoriano constituye el petróleo, que ha tenido una caída de casi el 60%, el banano, las flores, entre otros productos. Esta caída ha sido devastadora para los países de América Latina, dijo.
Así también apuntó que la reducción del consumo de petróleo, que por un lado ha sido beneficioso para el medio ambiente, porque genera un aire limpio y reduce el cambio climático, ocasiona un desastre en la economía.
Según dijo, otro aspecto de enorme preocupación es la duración que tendrá la emergencia por el coronavirus, que se estima se extenderá por al menos dos o tres meses más, lo que permite ver que la crisis será más duradera. Mencionó que, aunque en algunos países de Europa van saliendo poco a poco, hay otras regiones en dónde el problema se está agravando, como en Rusia, África sub sahariana y América Latina, y particularmente en Ecuador, sobre todo en Guayaquil, en donde la situación es catastrófica.
El investigador enfatizó en que la única solución para frenar la pandemia será una vacuna, pero que la producción demorará aún más de un año, lo que hace pensar que esta crisis está para quedarse.
Alternativas a la crisis
Al comentas sobre las posibles salidas a la crisis, dijo que la recuperación no será inmediata, pero que, aun así, un retorno a la normalidad no resuelve el problema, pues se agravaría las amenazas del cambio climático y la consecuente pérdida de la biodiversidad.
El Dr. Larrea consideró que si algo positivo se puede encontrar de esta crisis es que nos da la oportunidad de no volver a lo normal, sino de tener una transición a una sociedad más equitativa y sustentable, lo cual requiere un cambio muy profundo que no podrá hacerse es 6 meses o un año, y que ademán necesita un cambio de cultura, un cambio de mentalidad, de muchas cosas.
Qué se puede hacer?
Lo primero que se cuestiona es porque se depende tanto de lo global en vez de consolidar lo local frente a lo global, a través, por ejemplo, de la agroecología. Superando la dependencia de los combustibles fósiles y creando empleo con energía limpias; fortaleciendo los sistemas de salud pública, ampliando las políticas de apoyo a los más pobres y renegociando y cancelando la deuda de los países más pobres.
Concluyó su exposición invitando a mirar lo positivo que también deja la pandemia y que es “como una lección” que nos indica qué debemos cambiar para que la sociedad pueda ser más humana, más resiliente, y que haga realidad lo que la Constitución consagra, los derechos de la naturaleza, deteniendo la deforestación, debemos dejar de maltratar a los animales, y de llegar a una sociedad donde los riesgos de transmisión desde los animales.
