“Yo creo que los pueblos indígenas estamos buscando justicia, después de haber vivido miles de años, en que Dios nos dio este espacio libres, espacios saludables, espacios en donde nosotros nos relacionamos con la espiritualidad: el hombre y la naturaleza es una relación mutua, una relación armónica que nosotros respetamos, amamos, una relación que nosotros consideramos un elemento vital para poder vivir, no un recurso para negociar”, señaló.

Comentó que al hablar de la dignidad de la vida, es necesario manifestar que el pueblo indígena al que representa está “viviendo un momento peligroso, cuando nuestros niños están naciendo y creciendo enfermos con leucemia, donde hay muchas mujeres que están con cáncer en el útero, muchos con cáncer en el estómago, cáncer y cáncer en diferentes partes del cuerpo, que antes jamás los pueblos indígenas, y particularmente mi nacionalidad Siekopai nunca habíamos visto esta terrible enfermedad y que hoy estamos soportando las consecuencias, que por mala explotación, por generar ganancias pudieron dañar nuestro medio ambiente”denunció.

Para Humberto Piaguaje, “hoy somos pobres. Y hoy defiendo nuestro territorio aunque sea con mi propia vida, porque este daño ambiental que ocasionó afectó a vidas humanas inocentes. El derecho a la vida que nuestros ancestros han vivido por miles de años, hoy creo que no llegamos ni siquiera a los 100 años sino solo a los 50 o 35 años, como seis de mi familia han muerto con cáncer comprobado en SOLCA (la Sociedad de Lucha contra el Cáncer) y muchos murieron sin haberse comprobado”, dijo.

Agregó que se une a la lucha de los “hermanos de las diferentes nacionalidades que están defendiendo la naturaleza, porque no hay más donde podamos ir, ni siquiera hay otro planeta para decir vamos a ir a otro lugar”, enfatizó al comentar “que esta lucha es fundamental y no debe quedarse solamente para los que estamos luchando en la amazonía norte, como los que estamos en las provincias de Sucumbíos y Orellana. Estas nacionalidades como Siona, Secoya, Cofán , Huaorani, Kichwa, y compañeros campesinos nos hemos juntado a pesar de tener diferencias culturales, diferentes idiomas, pero dejando un lado estas diferencias nos hemos juntado, nos hemos organizado para demostrar que las diferencias pueden quedar por un momento a un lado, pero sí buscar la justicia por la vida”, remarcó.

Hizo un llamado a que también la Iglesia se sume a esta lucha porque -según dijo- “a través de la Iglesia se puede multiplicar la lucha, multiplicar la espiritualidad de la gente”, al denunciar la gravedad de las afectaciones, pues “lamentablemente nuestros territorios son devastados, degradados, contaminados, y que realmente no hay esperanza de vida para nuestra futura generación”, insistió.

Para el dirigente indígena, es momento para que los credos, las religiones dejen un lado sus diferencias y busquen “la mejor forma de unificar el sentimiento de luchar, de lograr sobre todo la existencia y la vida digna del hombre y a través de ello defender la naturaleza. También entre hermanos indígenas debemos estar unidos como principio y con ese valor primordial de respeto y derecho a la vida y derecho a la naturaleza, luego empezar a buscar aliados estratégicos para poder defender”, dijo.

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