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No queda más tiempo para salvar la Amazonia

SIGNIS ALC

23 junio 2018

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No queda más tiempo para salvar la Amazonia y la vida de la humanidad, dicen indígenas amazónicos

No queda más tiempo para salvar la Amazonia y la vida de la humanidad, dicen indígenas amazónicos

Macapá, Brasil.- Con una declaración que denuncia el aumento de la destrucción de los bosques y pueblos por el extractivismo, “lo que hará fracasar las metas climáticas del Acuerdo de París de reducción de emisiones” y alerta que no queda más tiempo para salvar la Amazonia y la vida de la humanidad, concluyó en Macapá, Brasil la IV Cumbre Amazónica “Amazonia viva, humanidad segura”, que se cumplió el 19 y 20 de junio. Las conclusiones del encuentro se adoptaron como mandato para la acción de los pueblos amazónicos articulados en la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

 

El mandato fue adoptado por las organizaciones indígenas nacionales de nueve países que comparten la cuenca amazónica: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Suriname y Venezuela, y servirá de orientación para el nuevo Consejo Directivo elegido en el X Congreso de la COICA que concluye este viernes 22 de junio en Macapá.

 

La COICA es la organización indígena internacional que representa a 450 pueblos indígenas amazónicos, que protegen actualmente 240 millones de hectáreas y tienen como principal demanda la titulación de 100 millones de hectáreas aún no reconocidas legalmente.

 

La región del Amazonas posee más de la mitad de todas las selvas tropicales del planeta. Con una extensión aproximada de 7,9 millones de km2, la cuenca del Amazonas se postula como la selva tropical más grande del mundo con una importancia especial en la lucha contra el cambio climático.

 

Sentido de urgencia

 

El Mandato de Macapá advierte también la incoherencia de los estados amazónicos con sus propios compromisos climáticos, y observa además que están “penetrados de profunda corrupción como lo revela el escándalo continental sobre infraestructuras y Odebrecht”.

 

Afirma que no tiene sentido esperar la “voluntad” de los Estados y que hay que “ejercer de hecho nuestros derechos colectivos” para atender el llamado de los espíritus del bosque, de que “los pueblos indígenas pueden ayudar efectivamente a salvar el mundo”.

 

En tal sentido, reitera que los derechos no se mendigan sino se ejercen, y que la vigencia de los derechos depende de su ejercicio efectivo mediante la unidad y fortaleza de las comunidades y organizaciones de nuestros pueblos.

 

Amazonía, ser vivo integral

 

Considerando que la cuenca amazónica es un gran ser vivo totalmente integrado e interconectado por lo que llama a sus aliados y a la cooperación a superar las intervenciones fragmentadas para que toda acción se despliegue en los nueve países, atendiendo al carácter transfronterizo de la cuenca que supera los límites de los estados nacionales.

 

Principales acuerdos:

 

– Reiterar el llamado de setiembre 2017 para conformar una misión de emergencia de las Naciones Unidas ante las graves amenazas a la Amazonia.

 

– Convocar a las organizaciones indígenas amazónicas y del mundo, y aliados, a realizar acciones articuladas con sentido de urgencia como las siguientes:

Organizar un equipo para la defensa en la acción jurídica, política e incidencia.

Juicio a los Estados ante la CIDH, OIT, CERD, ONU por la inseguridad jurídica territorial y la no titulación territorial de 100 millones pendientes.

Movilización por “Amazonía Viva, Humanidad Segura” el 21 de setiembre del 2018.

Rechazar las violaciones de los derechos colectivos por grandes proyectos de infraestructura y extractivos, que promueven todos los Estados, sea del color político que fuera, y que se imponen sin consulta previa, sobre territorios indígenas y áreas protegidas, y que ocasionan persecución a quienes los cuestionan. Por ejemplo:

Bolivia: Hidroeléctricas Bala, Chepete y Rositas, infraestructura caminera y agresión al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Brasil: Agresiones a pueblos en Pará, Mato Grosso, Tocantins, Rondonia; y desmonte de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI). No al retroceso de derechos y ¡Demarcación Ya!

Colombia: Locomotora minera y retroceso en derechos e integridad de los resguardos indígenas.

Ecuador: Ley de tierras e invasión minera y petrolera.

Guyana Francesa: Incumplimiento del Acuerdo de Kayenne entre pueblos indígenas y Francia impide superar siglos de negación racista y colonial a reconocer territorios, identidad y derechos como pueblos.

Guyana y Surinam: Afectación de la minería y la tala de madera.

Perú: Hidrovía amazónica, carreteras fronterizas, monocultivos de palma aceitera, titulación pendiente, etc.

Venezuela: Programa estatal minero del Arco del Orinoco está destruyendo 12% del país incluidos sus bosques y pueblos indígenas.

Revise aquí el documento íntegro

Fuente: COICA

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