Quito, Ecuador.- La comunicación para el Buen Vivir debe multiplicar “narrativas que generen esperanza” y promover estrategias que motiven la “cooperación, solidaridad, tolerancia”, destacaron las comunicadoras Lizeth Prieto, Samanta Castro y el radialista Leonardo Tello, en el diálogo virtual que se llevó a cabo la tarde del jueves 11 de junio. Durante el nuevo encuentro del ciclo “Converstorios para construir el futuro, en medio de la pandemia”, organizado conjuntamente por SIGNIS ALC, Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz, SIGNIS Ecuador y el Instituto de Espiritualidad Santa Teresa del Niño Jesús, se propuso la necesidad de superar el sombrío panorama que proyectan los medios tradicionales, durante la emergencia sanitaria por el coronavirus y se promueva una comunicación crítica y esperanzadora.
No al discurso de muerte
En su intervención, la teóloga y comunicadora colombiana, Lizeth Prieto García, productora radial en Encuentro Radio (de CEPALC), lamentó que durante la cuarentena los medios de comunicación masivos promuevan “un discurso de muerte, de conteo de contagios para ponerlo en cifras, lo que ha desencadenado una actitud de miedo y con el pasar de los días una naturalización del virus”.
Según insistió, es necesario impulsar una comunicación alternativa que promueva “la idea de una vida posible para todas y todos”, como se propone desde la experiencia comunicacional de Encuentro Radio.
Consideró que esa “tendencia de solo hablar del covid 19 como lo único o más importante en el mundo sirve de cortina de humo para ocultar la corrupción, la impunidad, la deforestación masiva de bosques y un sinnúmero de violaciones de derechos humanos y de la naturaleza”.
La comunicadora colombiana relató su experiencia en la emisora Encuentro radio y destacó que durante la cuarentena se ha echado mano de la “creatividad”, “dar voz a líderes y lideresas, hablar desde el lugar de la resistencia”.
Explicó que en la programación de la radio se colabora “con campañas nacionales de denuncia de naciones originarias, como los problemas de salud, educación, tecnología, empobrecimiento, invisibilización, crisis alimentaria, entre otras. Dando voz a organizaciones como la ONIC (Organización Nacional de Indígenas de Colombia) y la OPIAC (Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana)”
Resaltó que durante el período de emergencia sanitaria se “ha mantenido el objetivo de ser una radio incluyente, con diversas miradas desde quien hace los programas y quien los oye, construyendo puentes de respeto en la diversidad interreligiosa, política, sexual, desde una óptica de los derechos humanos”.
Particularmente, desde la radio se “ha querido brindar apoyo, cohesión, brindar esperanza y espacio de participación, promover unos sentidos más comunitarios de la vida”, reiteró.
Comunicación crítica y propositiva
Entre tanto, en su exposición, la comunicadora ecuatoriana Samanta Castro, de Chasquikom, constató que la crisis sanitaria por la pandemia ha revelado la realidad del país marcada por la desigualdad social, medidas económicas impopulares por parte del gobierno central, precarización laboral, recortes presupuestarios a educación, colapso del sistema de salud pública”, entre otras decisiones políticas y económicas.
Frente a esta realidad, desde la organización ChasquiKom propone y desarrolla un trabajo comunicacional crítico con los medios tradicionales y hegemónicos “que durante este tiempo de crisis sanitaria no han hecho más que direccionar sus mensajes hacia el culto al miedo, permitiendo el gobierno continúe con su agenda de corrupción y desigualdad sin una mayor reacción de la ciudadanía en general”, señala.
Samanta enfatizó en que es necesario “construir nuevos discursos desde la verdad, con una posición crítica al discurso oficial”.
“Vemos la necesidad de fortalecer la creación de espacios juveniles de comunicación mediante la construcción de tejido social crítico y propositivo que desde la consciencia de la memoria colectiva aborde los mensajes de la actualidad”, enfatizó Samanta.
Comentó que “el espacio de Chasquikom ha migrado como el de muchos medios alternativos a redes sociales y con ello al uso de formatos con los que interactúan las distintas plataformas, pero con mensajes enmarcados en la cooperación, solidaridad, tolerancia, en fin, con una visión de educación para la paz”
“Durante este tiempo de cuarentena vemos la creación de espacios y proyectos como un mecanismo para el desarrollo de la creatividad, pensando en estrategias de salud mental en la juventud”, remarcó la comunicadora ecuatoriana de ChasquiKom.
La pandemia desde los relatos ancestrales
Por su lado, el radialista peruano Leonardo Tello, de Radio Ucamara, reconoció que la pandemia ha agravado la difícil situación en Perú y de manera especial en la Amazonía, en donde al momento hay un contagio masivo.
No obstante, dijo que en los pueblos indígenas se está explicando la pandemia a partir de los relatos ancestrales y que, de manera especial, en la Radio Ucamara se ha propuesto la necesidad de generar nuevas estrategias comunicacionales que recuperen los relatos e historias.
Según dijo, una de las propuestas comunicacionales es la de desarrollar productos audiovisuales que recuperen las narraciones y mitos de los pueblos sobre las enfermedades.
Comentó que en un escenario de muerte la gente sueña y sueña también sobre cómo prevenir y evitar el contagio.
Explicó que los pueblos indígenas valoran los sueños, en los que la gente relaciona al coronavirus con el demonio.
Para Leonardo Tello, desde los sueños de la gente se proyecta también el miedo a los impactos de la pandemia, lo cual se expresa a través de los relatos de los sueños.
Según dijo, el miedo es una herramienta que ayuda a que la gente reaccione, se active, se preocupe por evitar el contagio.
El comunicador peruano comentó también que desde la radio se ha organizado una red de corresponsales que de manera permanente van informando sobre la realidad y denunció la desatención gubernamental para luchar contra la pandemia, por lo que los indígenas van desarrollando alternativas medicinales desde la plantas propias y tradiciones que están en la memoria histórica.