“¿Quién diera que se oyese el grito de Dios, preguntándonos a todos nosotros: Donde está tu hermano? (Gn 4, 9). ¡No nos hagamos los distraídos! “Hay mucha complicidad … La pregunta es para todos!”, Intimó Francisco en su discurso a los pueblos indígenas.

 

El papa Francisco se encontró con los pueblos indígenas este viernes 19 de enero en Puerto Maldonado, Perú. El Santo Padre escuchó el testimonio y el clamor de los pueblos harakbut y awajún, que representaron la lucha, la resistencia, el saber y la cultura de todos los pueblos indígenas.

 

También el obispo de Puerto Maldonado, monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, OP, en su saludo de acogida agradeció la convocatoria para el Sínodo de los obispos para la Amazonia, que se celebrará en octubre de 2019, y resaltó la presencia misionera de la Iglesia en la Amazonia junto a los pueblos indigenas entre aciertos y equivocaciones, según el obispo, fue posible construir un camino de respeto y protagonismo de los pueblos originarios.

 

Yésica Patiachi con Héctor Sueyo, del pueblo harakbut, denunciaron el sufrimiento al que los pueblos están siendo sometidos con la explotación de los recursos naturales: la deforestación del bosque, la minería y las compañías petroleras. Y le suplicaron: “Le pedimos que nos defienda. Los extranjeros nos ven como débiles e insisten en quitarnos nuestro territorio de maneras diferentes. Si ellos consiguen quitar nuestras tierras, podemos desaparecer”.

 

María Luzmila Bermeo, del pueblo awajún, cuestionó y pidió: “¿Qué podemos hacer? Que las autoridades ayuden a preservar los bosques, a mantener nuestro ambiente limpio y respirar aire fresco, como cuando era pequeña. Nosotros, pueblos de la Amazonia, nos organizamos para defender nuestro territorio”, dijo. Y por fin, antes de despedirse en lengua awajún, convocó: “Todas las personas en nuestro mundo deben respetar y cuidar de nuestra naturaleza”.

 

El papa Francisco, en su discurso, dijo que deseó mucho el encuentro. “Gracias por vuestra presencia y por ayudarme a ver más de cerca, en sus rostros, el reflejo de esta tierra. Un rostro plural, de una variedad infinita y de una enorme riqueza biológica, cultural y espiritual “.

El Santo Padre subrayó que la cultura no indígena necesita de la sabiduría y de los conocimientos indígenas para poder ingresar -sin destruirlo-, “en el tesoro que encierra esta región, oyendo resonar las palabras del Señor a Moisés: ‘Quita tus sandalias de los pies porque el lugar en que estás es una tierra santa “(Ex 3, 5).

 

Francisco alabó a Dios por toda la biodiversidad amazónica. Y denunció las amenazas sufridas por los pueblos originarios a consecuencia de la devastación socioambiental con “la ideología extractiva, los grandes intereses económicos cuya avidez se centra en el petróleo, gas, madera, oro y monocultivos agroindustriales”. El Papa condenó la amenaza contra los territorios de los pueblos originarios que “viene de la perversión de ciertas políticas que promueven la conservación de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano.  Se refirió a la realidad de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, el tráfico de personas, el trabajo esclavo, el abuso sexual, la violencia contra las mujeres y adolescentes.

 

Y convocó a los pueblos indigenas: “Es bueno que ahora sean ustedes mismo que se autodefinan y nos muestren su identidad. Necesitamos escucharlos. Necesitamos que los pueblos indígenas plasmen culturalmente las Iglesias locales amazónicas. Ayudad a vuestros obispos, a los misioneros ya las misioneras para que se hagan uno con ustedes y así dialogando con todos, podéis plasmar una Iglesia con rostro amazónico y una Iglesia con rostro indígena. Con este espíritu, convoque un Sínodo para la Amazonia en el año 2019 “. Y en lengua quechua, se despidió: tinkunakama (hasta un próximo encuentro).

 

Texto original de Osnilda Lima, fsp – Repam-Brasil.

Traduccion SIGNIS ALC