Río de Janeiro, Brasil.- Las amenazas y formas de represión que se viven en la región contra la libertad de expresión preocupa a los periodistas latinoamericanos. El tema fue analizado en el COLPIN FORUM, el encuentro de periodistas de investigación que se realizó en el marco de la 13° Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investagación, COLPIN, que se llevó a cabo del 9 al 12 de noviembre de 2022, en Río de Janeiro, Brasil.
El foro contó con la participación de expertos de diversos países para el análisis de las tendencias sociopolíticas en la región y varios periodistas que compartieron sus testimonios sobre las amenazas y riesgos que viven las y los periodistas.
Así también se analizó sobre las amenazas a internet y a los derechos digitales y se reflexionó sobre las oportunidades para el fortalecimiento de las redes de colaboración y solidaridad.
En las conclusiones del foro se destacó la realidad de mayor letalidad que vive el periodismo latinoamericano, pues hasta el momento, en este año se han reportado al menos 37 asesinatos de periodistas en la región.
Varios periodistas relataron sus testimonios sobre las agresiones que han vivido y que han tenido que salir al exilio; que han vivido el acoso digital, que han visto periodistas asesinados o enviados a prisión.
Así también, en el encuentro se ha denunciado que continúa la tendencia de gobiernos autoritarios y populistas que ven al periodismo independiente como a un enemigo.
Según se apunta, hay un desencanto con la democracia por la falta de acceso a los derechos sociales y ello se ha convertido en un caldo de cultivo para liderazgos caudillistas que polarizan y construyen sus propias verdades. “Es necesario volver a la defensa de los principios y prácticas básicos de la democracia y protegerlos. De especial gravedad es lo que se vive en Cuba y Nicaragua”, dice parte de las conculsiones del foro.
Otra de las conculsiones constata “que se han incrementado las acciones judiciales y las normas restrictivas contra el ejercicio periodístico. Se ha creado un entorno de acoso judicial en el que se busca eliminar la investigación y la difusión de información de interés público”.
De igual manera, se destaca que se ha incrementado “el uso de las redes sociales para hostigar y censurar al periodismo. Se vive una especie de linchamiento mediático, muchas veces orquestado por poderes públicos y privados. Esto ha llevado a constatar la tragedia de que los periodistas tengan que cuidarse de sus propias audiencias”.
“La desigualdad de género sigue siendo un terreno de resistencia y de promoción de cambios de fondo para garantizar el ejercicio a la libertad de prensa, tanto frente al Estado como dentro de las empresas de medios de comunicación y a nuestras prácticas como periodistas. Hay que insistir en la mirada de género y en el impacto de las amenazas y las violencias contra las mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos”, dice otra parte de las conclusiones.
A continuación el texto completo de las conclusiones de la cuarta edición del COLPIN FORUM:
Estamos viviendo la etapa de mayor letalidad contra el periodismo. En la región en este año se han reportado al menos 37 asesinatos de periodistas. Escuchamos testimonios de periodistas que han vivido agresiones, que han tenido que salir al exilio, que han vivido el acoso digital, que han visto periodistas asesinados o enviados a prisión.
Continúa la tendencia de gobiernos autoritarios y populistas que ven al periodismo independiente como a un enemigo. Hay un desencanto con la democracia por la falta de acceso a los derechos sociales y ello se ha convertido en un caldo de cultivo para liderazgos caudillistas que polarizan y construyen sus propias verdades. Es necesario volver a la defensa de los principios y prácticas básicos de la democracia y protegerlos. De especial gravedad es lo que se vive en Cuba y Nicaragua.
Nos enfrentamos a modelos de macro corrupción y macro criminalidad en los que convergen actores de los gobiernos, actores privados, militares, económicos, nacionales y locales. Develar los vínculos entre estos actores es fundamental para la defensa de los derechos humanos y para desestructurar las redes de intereses que inhiben la vigencia del Estado de Derecho.
Constatamos que se han incrementado las acciones judiciales y las normas restrictivas contra el ejercicio periodístico. Se ha creado un entorno de acoso judicial en el que se busca eliminar la investigación y la difusión de información de interés público.
Se ha incrementado también el uso de las redes sociales para hostigar y censurar al periodismo. Se vive una especie de linchamiento mediático, muchas veces orquestado por poderes públicos y privados. Esto ha llevado a constatar la tragedia de que los periodistas tengan que cuidarse de sus propias audiencias.
La desigualdad de género sigue siendo un terreno de resistencia y de promoción de cambios de fondo para garantizar el ejercicio a la libertad de prensa, tanto frente al Estado como dentro de las empresas de medios de comunicación y a nuestras prácticas como periodistas. Hay que insistir en la mirada de género y en el impacto de las amenazas y las violencias contra las mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos.
Internet nos abrió un nuevo escenario de disputa democrática y de lucha por los derechos humanos. Es una herramienta habilitadora de otros derechos. Es importante seguir luchando por una gobernanza global de internet que evite que uno solo de los actores tenga predominancia y determine qué contenidos publicar. Como principales amenazas a esta herramienta detectamos: Las legislaciones restrictivas, las vulneraciones a la privacidad y protección de datos y la desigualdad en el acceso y de expresión de personas en condiciones de mayor vulnerabilidad.
En este escenario, vemos con esperanza múltiples signos de resistencia, defensa y promoción de la libertad de expresión y del periodismo independiente. En todo el continente emergen redes de solidaridad y de apoyo. Hay prácticas de periodismo colaborativo para informar de manera coordinada sobre amenazas contra periodistas; hay estrategias colectivas de defensa legal: la presión internacional sigue siendo un factor importante; foros como este alimentan el conocimiento, el análisis y la definición de estrategias.
Confirmamos la relevancia del periodismo de investigación cuyo aporte es dar luz a temas y situaciones que no se ven y que son importantes para la vida de las personas y de nuestras sociedades. Destacamos la importancia de develar cómo operan las estrategias de estigmatización que operan, desde las más altas tribunas públicas de nuestros países, hasta el hostigamiento digital.
Ratificamos la importancia de seguir actuando a nivel internacional, de seguir impulsando campañas regionales, misiones internacionales de observación y denuncias colectivas.
Pensamos que los mecanismos de protección que existen por parte de los Estados, y que fueron fruto de la exigencia ciudadana, son un recurso que hay que seguir exigiendo y mejorando en la calidad de su implementación y desempeño.
Reconocimos la importancia de las redes de solidaridad que ya existen entre periodistas y organizaciones de la sociedad civil. Pudimos identificar al menos 14 redes que existen en la región. Estas redes han sido clave para la capacitación y para acciones de acompañamiento. Invitamos a los liderazgos de estas redes regionales para que se reúnan y sigan avanzando en mecanismos de coordinación complementaria y de un mejor uso de los recursos.
Entre los principales aprendizajes que nos ha dejado nuestro trabajo en este contexto complejo y de gobiernos autoritarios o dictatoriales, está la importancia de seguir documentando e investigando con rigor, seguir actuando con independencia frente a los gobiernos, más allá de su signo político e ideología. Nuestro aporte a la democracia es develar el ejercicio abusivo del poder.
Las y los periodistas seguiremos empeñados en ello. En tanto, las organizaciones y actores que trabajamos por la libertad de expresión y el acceso a la información, seguiremos acompañando sus esfuerzos y defendiendo estos derechos.
Redacción SIGNIS ALC con información de ARTICULO 19