Pueblos indígenas aislados están amenazados por la minería
Brasil.- Al menos 3773 requerimientos mineros afectan a 31 territorios indígenas y 17 unidades de conservación que tienen 71 registros de pueblos indígenas en aislamiento en su perímetro. De estos, 7 son registros confirmados, 17 en estudio y otros 47 con información. Para empeorar las cosas, cinco de estos casos son de personas que están fuera de las áreas protegidas. La gran mayoría de estos requisitos, 3053, son para investigación.Los datos obtenidos a través del Instituto Socioambiental (ISA) y la Agencia Nacional de Minería revelan, por primera vez, el alcance de los planes mineros que afectan a los pueblos indígenas aislados, según un amplio reportaje de Maurício Angelo, publicado por Observatório da Mineração, 21-01-2020.
En total, ISA ya ha catalogado 120 registros de pueblos aislados en la Amazonía, distribuidos en 86 territorios. 28 confirmaron su presencia y otros 92 permanecen en estudio y calificación por la Fundação Nacional do Índio (Funai).
En otras palabras, la minería amenaza hasta la fecha más de la mitad de todos los registros de pueblos indígenas aislados en la Amazonía. Esta población es considerada, con razón, una de las más vulnerables.
En la práctica, esto abre aún más el camino para la explotación ilegal de minerales y las invasiones masivas. El informe del CIMI contó, hasta septiembre de 2019, 160 invasiones registradas en el último año, un aumento sustancial en relación con 2018, que registró 111. Reflejo directo de las políticas de Jair Bolsonaro y la falta de acción del Ministro de Justicia, Sergio Moro, eso podría detener estas invasiones.
En el proyecto que se ha tejido desde que asumió el poder Bolsonaro tiene la intención de liberar la amplia explotación de tierras indígenas para minería, petróleo, gas, hidroeléctrica, ganadería y otros. Los pueblos indígenas no tendrán poder de veto.
En el mismo proyecto de ley, Bolsonaro ignoró dos recomendaciones de FUNAI que vetaban la explotación de recursos en tierras indígenas con la presencia de aislados. El gobierno federal, por lo tanto, llama a “liberar general”, pasando npor encima de la Constitución y los tratados internacionales firmados por Brasil.
Para Antonio Oviedo, investigador de ISA, Brasil comienza a ver indicadores muy claros del impacto de las políticas del gobierno federal 1 año después de que Bolsonaro llegó al poder. “Cuando hace declaraciones contra las agencias ambientales responsables de la inspección, los datos de deforestación aumentaron automáticamente en el mismo mes. Sobre los pueblos aislados, hay un conjunto de tierras que son bastante específicas en esta escalada de invasiones ”.
Oviedo agrega otros datos inéditos que formarán parte de un informe del ISA que se publicará pronto: mientras que la deforestación en la Amazonia creció en un 25% en promedio y dentro de las tierras indígenas aumentó en un 80%, el récord de deforestación en áreas con presencia de pueblos aislados aumentó un 114% en 2019 en comparación con 2018. En relación con 2017, este aumento llega al 364%.
“La deforestación es un claro indicador del impacto de las políticas. Y los aislados sufren presiones y amenazas aún mayores. Hay una política de debilitar la coordinación de los aislados en FUNAI, con el cierre de las bases de fiscalización en tierras Yanomami y Vale do Javari, por ejemplo, lo que crea una situación muy preocupante “, dice Oviedo.
Con respecto a los proyectos enviados por el gobierno, el investigador de ISA recuerda que el desmantelamiento de FUNAI y la parálisis de las demarcaciones evitan que personas calificadas discutan con organizaciones indígenas proyectos en estos territorios o mejoren los sistemas de protección e inspección en estas tierras.
“Las personas tienen el protocolo de consulta que dice cómo deben ser consultadas para que puedan entender el proyecto, discutir y tomar una decisión. Muchas veces el gobierno piensa que esto termina resolviéndose en una reunión de 2 horas”, critica.
Más detalles de esta investigación está disponble en el sitio ihu.unisinos.br
