Panamazonía.- La Red Eclesial Panamazónica –REPAM- una “profunda preocupación e indignación” por la reciente “aprobación del proyecto de ley que anula la intangibilidad del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), y que permite que privados aprovechen sus recursos naturales”. En un pronunciamiento que se hizo público este viernes 11 de agosto, la REPAM manifiesta que es “especialmente preocupante que la mayoría del Congreso en la Comisión de Región Amazónica, Tierra Territorio, de la Cámara de Diputados, así como la mayoría en el Senado, aprobaron y validaron esto que va en contra de todos los principios y postulados sobre los que se sostiene la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia de 2009, reconocida mundialmente por sus claras propuestas con respecto al cuidado y protección de los derechos de los pueblos indígenas y de la naturaleza”.
Según agrega, “No se puede admitir que dirigentes políticos se posicionen bajo los postulados de la opción preferencial por los pueblos y del cuidado de la madre tierra, y al mismo tiempo, favorezcan los intereses de grupos particulares para la explotación de los territorios que son fuente de vida para los pueblos indígenas y mestizos que ahí habitan, poniendo en riesgo el bienestar futuro y la dignidad de los pueblos tradicionales que ahí habitan”.
En el pronunciamiento de la REPAM se recuerda que “Fieles a nuestra vocación de Iglesia e inspirados en la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, hemos acompañado también las valientes posiciones de los Obispos de Bolivia, quienes desde hace años hacen conciencia sobre la importancia del cuidado de la naturaleza y del respeto de los pueblos indígenas y comunidades, y sus territorios, mediante sus Cartas Pastorales (“El Universo don de Dios para la vida” de 2012, “Tierra Madre fecunda para todos” del año 2000, y otros).
Así también, señala que la REPAM ha “acompañado cercanamente el esfuerzo serio, profesional y sobre todo transparente de las instancias que hacen parte de la REPAM, como la Pastoral Social Cáritas, que en los primeros meses del 2013, mediante una Comisión compuesta la Pastoral Social Cáritas Bolivia y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (Apdhb), visitó las comunidades del TIPNIS para verificar la manera cómo se realizó la consulta del Gobierno, bajo la cual el gobierno quiere amparar la actual decisión. Unas 22 de 36 comunidades del TIPNIS, expresaron que los delegados del Gobierno los engañaron con respecto a la “intangibilidad” para lograr un resultado positivo en la consulta sobre la construcción de una carretera a través del parque.
“Reiteramos y secundamos con fuerza y decisión lo que el documento de la Comisión verificadora concluye sobre la consulta realizada por el Gobierno, en la que se indica con argumentos claros y sustentados que deben ser escuchadas las voces de las comunidades que expresan disconformidad y se sintieron manipuladas, y el cual establece que dicha consulta:
- no fue previa porque dos años antes ya estaba suscrito el contrato con la empresa brasileña a quien se le habría de delegar parte del proceso de construcción de la carretera;
- no fue libre porque hubo hechos de coerción, y no se respetaron usos y costumbres de las poblaciones indígenas en sus mecanismos de consulta apropiados;
- no fue informada porque no se informó adecuada y transparentemente a las comunidades del impacto ambiental de la obra:
- y tampoco fue de buena fe. A los indígenas les decían que si se mantenía la intangibilidad del TIPNIS, ellos no podrían cazar, pescar, construir, ni hacer obras en el lugar (lo cual constituye una falta a la verdad), pero, por el otro lado (sin claridad al respecto), se les dijo que rechazar la intangibilidad significaba aceptar la construcción de la carretera.
Para la REPAM, la “pérdida del estatus de intangibilidad del TIPNIS, la apertura a concesiones extractivas y para el monocultivo, y la construcción de la carretera, significará sin duda ninguna, la paulatina destrucción de sus reservas naturales que son vitales, como ya aconteció en territorios colindantes explotados por productores cocaleros; podría representar el etnocidio del pueblo Chimán que vive en semi-aislamiento voluntario; y provocará la pérdida de la capacidad de autodefinición y la eventual desaparición de costumbres vitales y culturales de los pueblos Yuracaré y Mojeño trinitario que pueblan en su mayoría dicho territorio, así como las de los pueblos Mojeños ignacianos y Movima”, añade la declaración.
“Los miembros de la Iglesia en ese territorio, y que hacen parte de la REPAM, expresan claramente que el supuesto desarrollo y apoyo a la promoción de los pueblos indígenas que habitan en el TIPNIS prometido como resultado de la construcción de la carretera es mentira, o por lo menos lo es para la mayor parte de los pobladores, dado que esta vía de comunicación alcanza a muy pocas de dichas comunidades. Ellos denuncian, y denunciamos con ellos, identificándonos como una sola Red Eclesial Panamazónica, que el interés prioritario está en facilitar los procesos de monocultivo de la hoja de coca, y no con miras al genuino bienestar de los legítimos propietarios y pobladores del TIPNIS.
Es por eso que, siguiendo el llamado de la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco y los posicionamientos valientes y firmes de los Obispos de Bolivia, y muchos otros en la región, denunciamos firmemente estos acontecimientos, pidiendo se dé marcha atrás al proceso de derogación de la ley que asegura la intangibilidad del TIPNIS, hasta no realizar una adecuada consulta validada con presencia de organismos internacionales especializados y con adecuados estándares e información transparente”.