El martes 3 de mayo, la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, a través de sus principales representantes, presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el segundo Informe Regional de Vulneracion de Derechos Humanos de la Panamazonia. El documento refleja las necesidades y todas las presiones a las que están sujetos los pueblos y comunidades que habitan en el territorio amazónico.
La entrega del informe estuvo a cargo de la delegación de la REPAM, integrada por su presdiente, Cardenal Pedro Barreto; el vicepresidente, Mons. Rafael Cob, el Padre Peter Hughes, y las juristas Lily Calderón y Sonia Oleas.
Según se destacó, el informe presentado a la CIDH incluye la voz y todas las propuestas desarrolladas por los pueblos amazónicos.
El objetivo del documento es canalizar las propuestas de este informe a cambios de políticas públicas y la inclusión a los proyectos de desarrollo con una consulta previa, libre e informada. No se puede desconocer el derecho a la autodeterminación de los derechos de los pueblos en estos tiempos actuales, se destacó.
Para los pueblos amazónicos, la CIDH es una aliada donde las necesidades y urgencias deben encarnarse y dar vida al contenido de la Convención Interamericana de Derechos Humanos. Por lo que la REPAM trasladó la urgencia de trabajar otras formas diferentes de construir herramientas para la defensa de los derechos humanos en territorios indígenas, por parte del Sistema Regional de DDHH, que vayan más allá de las actuales y que respondan a la propia cultura del territorio.
En 2017, REPAM y CIDH suscribieron un convenio que fue prorrogado el año pasado, y siguiendo sus líneas de trabajo, se ha acordado realizar la mayor difusión de los informes propios (libre determinación y pueblos indígenas en Amazonía), organizando eventos en conjunto con la participación de los verdaderos protagonistas, las comunidades indígenas, se apuntó.
De forma especial, la situación del pueblo yanomami y su brutal persecución ha sido una de las realidades que la REPAM ha presentado ante la CIDH.
Fuente: REPAM