27 de febrero: Sábado de la 1° semana de Cuaresma
Ser perfecto en la misericordia y en el cuidado de nuestra madre y hermana Tierra
Petición de Gracia
Al comienzo de cada día, busco entrar en un clima de oración y rezo:
Señor, en este tiempo favorable para volver el corazón a tus sueños para la humanidad y a todas tus creaturas, te pedimos luz para reflexionar sobre cómo estamos viviendo nuestras relaciones contigo, con las personas, con el mundo que es nuestra casa común y con nosotros mismos. Ayúdanos a redescubrir el sentido de la vida en la alabanza y la contemplación agradecida de la Creación, en la salida de nosotros mismos hacia los que más sufren y se sienten solos, especialmente en estos tiempos de pandemia, y en la construcción de tu reino de justicia y paz, tejiendo redes de solidaridad y fraternidad entre todos los pueblos y culturas de esta inmensa región panamazónica y del mundo entero.
En particular, hoy le pido… (presente su petición personal). Amén.
Escuchando la Palabra que nos guía
Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo». Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.
(Mt 5,43-48)
Reflexionando con Laudato Si’
La llamada de Jesús a la perfección debe hacernos cada vez más misericordiosos, porque éste es un rasgo característico del Padre, que el Hijo nos presenta. Sin embargo, hoy más que nunca, esta misericordia a la cual somos llamados debe extenderse también a “los gemidos de la hermana Tierra, que se unen a los gemidos de los abandonados del mundo, con un lamento que exige de nosotros otra dirección” (LS, 53).
Así, además de la conversión personal, debemos permitir que la conversión ecológica se produzca en nosotros mismos y en las estructuras de la sociedad, convirtiéndonos en “los instrumentos de Dios Padre para que nuestro planeta sea lo que Él soñó al crearlo y corresponda a su proyecto de paz, belleza y plenitud” (LS, 53).
Avanzando hacia aguas más profundas
Después de un momento de silencio…
A la luz del texto bíblico y de las palabras del Papa Francisco, busco profundizar mi experiencia de encuentro con el Señor, trayendo a mi oración la realidad concreta en la que estoy involucrado, la situación que atraviesa el mundo, la región pan-amazónica, mi ciudad o comunidad, la Iglesia, etc.
Trato de percibir los llamados de cambio que Dios me hace y le pido fuerza para concretarlos, para que mi alabanza a Él se manifieste en obras concretas de compromiso por la vida, en la defensa de nuestra Querida Amazonía, de sus pueblos y de los pobres de la Tierra.
Concluyo con un Padre Nuestro y un Ave María…
Frase para seguir reflexionando en este día
“Escuchar el grito de la ‘Madre Tierra’ agredida y gravemente herida”
(Instrumentum Laboris del Sínodo para la Amazonia, 146)