Miles de ciudadanos, tanto de la oposición, como de militantes del partido oficialista PSUV, salieron este miércoles a las calles en varias ciudades de Venezuela, lo cual refleja que la crisis política se mantiene invariable y sin vías de solución al momento. Por un lado, la oposición rechaza el bloqueo judicial al referéndum revocatorio que demandan contra Nicolás Maduro, y el ingreso violento de los militantes del partido de gobierno a la Asamblea Nacional, donde la oposición inició un juicio político al presidente. Por otro lado, los simpatizantes del régimen rechazan lo actuado por la oposición desde la Asamblea legislativa, a lo que califican como un intento de formalizar un golpe de Estado, similar a lo registrado en Brasil, por lo que manifiestan su decisión de defender al gobierno.
Todo esto ocurre, mientras se espera la posibilidad de que tanto el gobierno, como la oposición se sienten a la mesa de diálogo que cuenta con el apoyo del Vaticano y que inicialmente se anunció iniciaría el domingo 30 de octubre, en la isla de Margarita, pero que hasta el momento dirigentes de la oposición rechazaron la apertura del diálogo. Entre quienes cuestionan el diálogo se ubica el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, quien ha condicionado que el diálogo debería realizarse en Caracas, “cerca de la opinión pública y de la prensa”.
Mientras tanto, el presidente Nicolás Maduro convocó para este miércoles un Consejo de Defensa de la Nación, que incluye a los presidentes de los cinco poderes.
Oficialismo y oposición deben dialogar
El rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y viceprovincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, José Virtuoso, consideró positiva la posibilidad de que el oficialismo y la oposición se sienten a dialogar, en momentos en que “la crispación política y el orden constitucional se viene resquebrajando”.
A partir de las notas que leyó el enviado del papa Francisco, el nuncio apostólico para Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig, y quien anunció que el diálogo iniciaría el próximo domingo 30, Virtuoso destacó dos aspectos importantes para dicho diálogo.
Según señala el sacerdote jesuita es necesario que el diálogo no sea solo la única vía de lucha para conseguir acuerdos y estos deben ir acompañados por un compromiso del Estado a respetar el derecho a la protesta.
A propósito de las reacciones de distintos actores políticos en ambos bandos, señaló que es obvio que existan distintas posturas, pero le preocupan algunas “muy endurecidas” que no están dispuestas a lograr acuerdos con el contrario, que lo hay tanto en el oficialismo como en la oposición por el alto grado de desconfianza que se tienen.
Todavía no hay fecha para el diálogo
de su lado, el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), monseñor Diego Padrón, ha precisado que el diálogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro no iniciará el 30 de octubre, como lo había anunciado el enviado del Vaticano, monseñor Tscherrig, sino que la cita de esa fecha servirá para “poner los puntos sobre la mesa”.
Lo que se espera avanzar en la reunión del 30 es “poner los puntos importantes sobre la mesa, sobre el tapete y una vez que se acuerden los puntos comenzará entonces, lentamente, ese proceso de diálogo”, explicó Padrón a la cadena internacional CNN, al referirse a la reunión del próximo domingo.
Padrón aclaró que el enviado del papa Francisco para el proceso de diálogo en el país caribeño, el nuncio apostólico para Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig, se encuentra explorando la voluntad de las facciones políticas para sentarse a conversar.
Los buenos oficios que adelanta el representante de la Santa Sede cuenta también con el apoyo de los expresidentes Leonel Fernández (R. Dominicana), Martín Torrijos (Panamá), y el exjefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Redacción SIGNIS ALC, con información de Radio Fe y Alegría de Venezuela, El Nuevo Herald, y agencias
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